Desde hace unos años, la industria del envejecimiento está viviendo un continuo desarrollo. Con el objetivo de retrasar la vejez y mejorar esa etapa de la vida, revirtiendo las enfermedades relacionadas con la edad, este sector promete ser uno de los negocios más rentables de los próximos años, con un valor global estimado para 2025 de 610.000 millones de dólares.
La industria del envejecimiento busca las soluciones para retrasar, ralentizar o incluso revertir las enfermedades, lesiones y discapacidades asociadas a la edad. A medida que pasan los años, los humanos son más propensos a sufrir diferentes patologías, como cáncer, alzhéimer o párkinson, entre muchas otras. “Estas enfermedades se pueden y se deben prevenir y, desde luego, retrasar”, asegura José Viña, director del Centro de Investigación Biomédica en Red Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes), tal y como ha recogido en un reportaje El País.
En los últimos años, los programas de investigación en longevidad y biotecnología del envejecimiento han atraído las llamadas de diferentes inversores. Además de particulares y organismos públicos, las grandes fortunas o la industria farmacéutica también están dedicando parte de sus fondos a este sector.
Por otro lado, desde el mundo “del ‘blockchain’ y las criptomonedas está muy interesada. De hecho, en 2021 recibimos casi 28 millones de dólares en moneda digital, fue la campaña filantrópica de moneda digital más grande de la historia hasta ahora”, ha reconocido María Entraigues, directora de desarrollo de la Fundación para la Investigación de la Senescencia Negligible Ingenierizada (Sens).
“La idea es agregar años saludables a la vida. No es solo el ‘lifespan’ (esperanza de vida), sino el ‘healthpan’ (años que alguien está libre de enfermedades). La extensión del ‘lifespan’ sería una consecuencia de tener más salud por más años. Sin duda que podríamos vivir más de 100 años con buena salud”, asegura Entraigues. Por su parte, Alejo Rodríguez-Fraticelli, investigador del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona, señala que “se busca atajar las causas del envejecimiento y ver el impacto en diferentes enfermedades con el objetivo de llegar a los 90 años como si tuvieras 50”.
Sin embargo, pese a los avances que puedan producirse, por el momento está totalmente descartada la idea de la ‘vida eterna’. “Erradicando todas las enfermedades, muchos podríamos llegar a la vida máxima, unos 120 años”, zanja Viña. “Varios grupos de investigación han conseguido alargar la vida entre un 20% y un 30% en ratones, el equivalente a 20 años en personas, pero no se ha conseguido doblar la longevidad en un ratón”, añade, rechazando la idea de “promover cosas, como vivir 150 años o más, que ahora no están a nuestro alcance”.
Las investigaciones han evolucionado considerablemente en los últimos años, dando lugar a proyectos de diversos ámbitos. Algunos de los más prometedores son los fármacos senolíticos (logran eliminar las células senescentes acumuladas en los tejidos) o las terapias de sustitución mitocondrial, que buscan restaurar o sustituir las mitocondrias cuando están envejecidas.
Si bien, otra de las líneas de investigación es la centrada en la parte neurológica. “El problema de la neurodegeneración es quizá el gran escollo. De poco nos sirve tener una buena actividad física si no tenemos a la par una cognición conservada”, reconoce Federico Pallardó, investigador en el Ciberer. En este sentido, una de las grandes apuestas es la reprogramación celular, que podría restablecer su salud.
Inversión
Según las estimaciones del Bank, el valor de la industria del envejecimiento alcanzará los 610.000 millones de dólares en el año 2025. Mientras tanto, la Agencia de Análisis del Envejecimiento de EEUU cifra el volumen de la economía de la longevidad en 2022 en 27 billones de dólares (teniendo en cuenta los servicios financieros, como planes de pensiones, etc), y calcula que en 2030 supondrá 33 billones.
“La longevidad podría convertirse en la mayor industria del futuro, ya que todo el mundo está interesado en tener una vida sana, feliz y quizás también más larga”, afirma Marc P. Bernegger, socio fundador de la empresa Maximom, centrada en apoyar y financiar a empresas centradas en longevidad.
Damien Ng, director ejecutivo de Julius Baer, expone que “alrededor de 5.200 millones de dólares de fondos fueron captados por empresas en distintas fases de su desarrollo en la industria mundial de la longevidad”. Y añade que, “el mercado debería ser capaz de recaudar más de 15.000 millones de dólares de aquí a 2030 en ámbitos terapéuticos innovadores como la programación celular, la restauración de membranas celulares y la medicina regenerativa”.