La excusa es hablar sobre el máster Estrategias Anticorrupción y Políticas de Integridad de la Usal, pero la realidad se impone y teniendo a Eduardo Fabián Caparrós, profesor de Derecho Penal y uno de los responsables del máster, la conversación gira sobre política, partidos, políticos y corrupción. Sorprende por su sinceridad.
Ante el oxímoron de política y integridad, palabras que están incluidas en el título de máster Estrategia Anticorrupción y Política de Integridad de la Usal, se da una paradoja curiosa. Hay países en los que las cifras de corrupción son altas, mientras que en España no lo son tanto, aunque parezca mentira. «La paradoja se da en que si revisas nuestra vida ordinaria, te das cuenta que la Administración pública española, de corrupta no tiene nada. No vas a una oficia y para hacer unos trámites tienes que poner un billete en medio de los papeles, como ocurre en algunos países. Aquí la corrupción es de los ‘jefes’ de los políticos de alturas”, matiza Eduardo Fabián Caparrós, profesor de Derecho Penal y uno de los responsables del máster Estrategias Anticorrupción y Políticas de Integridad de la Usal.
Acabamos de salir un proceso electoral -23J-, sorprende que siendo conscientes de que hay corrupción y que no es algo que se manifieste en el día a día de la vida, los políticos han conseguido que seamos Hooligans de determinados líderes. Ciudadanos que ni les va ni les viene el asuntos se enfrenten a otros hooligans con el: ‘Y vosotros más’. «Esto no va bien. Lo único que hace eso es hablar mal del ciudadano medio, que está tan preocupado por la corrupción, pero no sabe identificar dónde se encuentran los núcleos de corrupción y se generaliza diciendo que España es un país corrupto, que como tal no lo es, porque la actividad de la Administración es limpia», puntualiza Fabián Caparrós.
En lo que sí que se podía mejorar mucho es en la degradación de la palabra política. Para el profesor de Derecho Penal, la palabra política debería de tratarse con guantes de seda. No hay cosa más grande que servir al ciudadano, que hacer las cosas bien. «¿Cuál es el problema? Confundimos política con partidos. Los partidos no nos dan ninguna lección de nada. Los partidos se han convertido en agencias de colocación. La gran preocupación que tienen es qué hacer con todas las promesas cuando pierden. Por eso vemos cargos que cambian de comunidad autónoma porque resulta que el terreno es más propicio en un sitio que en otro;… Creo que la política tiene que ser un poco más seria», señala Eduardo Fabián Caparrós.
Eduardo, ¿a qué se refiere?
Cuando nos encontramos con personas que son, en el mal sentido de la palabra, profesionales de la política, que por ejemplo parten de una asociación de estudiantes en la Universidad, porque aspiran a ser concejales y de ahí ya veremos qué puedo ser… Es penoso.
¿Cómo se puede mejorar?
Los ciudadanos deben ser más críticos y los funcionarios deberían promover una cultura de la legalidad. Estamos muy mal acostumbrados a ser condescendientes, a quejarnos mucho, a decir qué sinvergüenzas, pero cuando llega el momento, nada. Hay un colectivo que es fundamente que son los funcionarios de carrera, no los contratados.
Explíquese.
Estas personas gozan de la inmovilidad. Si un jefe le manda hacer algo ilegal, siempre le pueden presentar la Ley. Aquí sí que hay que mejorar, porque muchas de las tropelías que se cometen, pasan por manos de funcionarios, que podrían hacer más.
Cuándo escucha la expresión: ‘A mí no me interesa la política’. ¿Qué opina?
Las personas confunden política con partido. Política es todo. La palabra política está devaluada. Decían los ilustrados del siglo XVIII que la política era el arte de hacer felices a las personas. Así debiera ser.
¿Lo es?
A veces. Por eso, me descorazona enormemente cuando te encuentras lo que ha pasado en Orense o Marbella,… Mayoría absoluta.
¿Cómo lo explica?
Por un sistema de clientelismo, a todos nos va bien. El grado de civilización de una sociedad se basa en la empatía. En ser capaz de pensar en cómo le va al otro. Creo que es lo que falla, porque el ciudadano que consienta la corrupción, sabiendo que existe, es que de empático no tiene nada.
Beneficios del Máster
Eduardo Fabián Caparrós, profesor y uno de los responsables del máster Estrategias Anticorrupción y Políticas de Integridad de la Usal desde 2006, reconoce que es uno de los másteres con tirón de la Universidad de Salamanca. Es un máster que se desarrolla en el marco de la Facultad de Derecho y el equipo de profesores es transversal. Por lo que se ofrece un una visión integrada y general del problema.
Los alumnos que se matriculan en el máster suelen proceder de América Latina. La procedencia personal del alumnado es muy diversa, pero al concluir la enseñanza tienen un denominador común: los matriculados escalan o ascienden en su profesión. Muchos de los alumnos tienen responsabilidades en la Administración Pública en los gobiernos de sus países.
Personas muy importes de América Latina han sido alumnos del máster durante estas casi dos décadas desde su instauración, lo que ha permitido que la Universidad de Salamanca hacer convenios con sus países de origen. “Una gran parte de nuestra actividad institucional tiene que ver con nuestros antiguos alumnos”, matiza Eduardo Fabián Caparrós.
Ha habido intentos de hacer máster sobre Estrategias Anticorrupción y Políticas de Integridad en otras universidades, sobre todo en la época en la que era tema recurrente de conversación entre la ciudadanía, pero solo se ha mantenido el que se imparte en la Universidad de Salamanca. Por esto motivo, la matriculación en el máster es muy alta.
El máster está enfocado a graduados en Derecho, periodistas, ingenieros, sociólogos,… “Los matriculados suelen ser o recién egresados, trabajan para la Administración Pública de sus países o proceden de la empresa privada, que se reduce al ámbito jurídico. Les enseñamos el Edificio Histórico, suben a las Torres de la Catedral, comemos en Las Cabellerizas,… Es un contexto muy interesante, porque casi todos son profesionales. Hacemos todo lo posible porque sea más que un máster académico, para que se sientan parte de una historia. La Universidad tiene más de 800 años y para ellos es muy importante. Más de la mitad de los que se matriculan es por el boca oreja. Eso es muy interesante”, concluye Eduardo Fabián Caparrós.
1 comentario en «“En España la corrupción es de los jefes”»
Por favor, erradiquen el témino América latina o latinoamérica. el Latín es una lengua muerta y los latinos eran de la península Itálica