Justa en sus análisis y cercana en sus conversaciones. Se ha ido una mujer que lograba camaradería con solo estrechar la mano.
Alegre, vital, profesional, preparada y empática. Escuchaba desde la observación. Buscaba soluciones donde fuera para que las personas que acudían a su despacho salieran de allí con garantías. La mayoría de las veces logró alcanzar el objetivo que buscaba.
Se ha ido una mujer buena, en el amplio sentido de la palabra. Una mujer con colores, con todos los del arcoíris, no despreció ninguno de ellos y a todos hizo honor.
Fue íntegra en las aulas, donde sus alumnos y alumnas la recuerdan con cariño. Para muestra un botón, cada vez que salía en una entrevista o noticia, había comentarios positivos hacia ella.
Fue tenaz y ecuánime como subdelegada del Gobierno. Supo representar a toda la ciudadanía, fueran de su cuerda política o no.
Y en lo personal… ¡Qué se puede decir de Encarna! Maravillosa mujer, de conversación agradable, de la que constantemente aprendías.
4 comentarios en «Adiós, Encarna»
Una excelente compañera de facultad, y además siempre tenía una forma de intransigente de ver el mundo cuando había injusticias, nunca se callaba y eso tuvo su precio. Pero también, y precisamente por su pensamiento crítico, fue la mejor subdelegada de gobierno por su compromiso con las clases menos favorecidas. Gracias por haber sido mi amiga. Soledad Murillo
NOS CONOCIMOS HACE 50 AÑOS Y COLABORANDO SIEMPRE EN LOS TREMAS DE DISCAPACITADOS. ME DEJAS UN GRAN VACÍO. Carmen Gª-Rosado
Allá donde estés te recordaremos siempre querida Encarna
Antonio Seisdedos Benito
Siempre estuviste ahí para acompañarme ante decisiones y situaciones importantes. Cuantas ideas, cuánto compromiso y cuánto empuje. Gracias amiga te has ido demasiado pronto
Piluca Rodríguez