Decenas de personas sufrieron una intoxicación, inicialmente de carácter leve, en los banquetes que se celebraron este sábado en la finca El Ventorro, donde el restaurante peñarandino Las Cabañas dispone de salones para bodas y otras celebraciones multitudinarias, en el término municipal de Cantaracillo.
Unas 40 personas fueron atendidas en el centro de salud de Peñaranda y otras 10 en el de Arévalo, todas ellas con síntomas inicialmente leves como diarreas y, sobre todo, vómitos, según indican fuentes de la Junta de Castilla y león, cuyos servicios de salud pública han tomado muestras de los productos que se consumieron en los banquetes donde se produjeron las intoxicaciones.
Las cosas empeoraron con la muerte ese mismo sábado de una mujer de 96 años que había estado en una boda en El Ventorro las Cabañas, pero será la autopsia la que determinará las causas concretas de su fallecimiento.
Los técnicos de la Junta han enviado las muestras al laboratorio “y se tardarán días” en saber el resultado toxicológico para establecer las causas de la intoxicación alimentaria.
Mientras tanto, los propietarios del hotel restaurante las Cabañas, de Peñaranda, propietaria de la finca El Ventorro habilitada para bodas en Cantaracillo, siguen en shock tras lo ocurrido e incluso a uno de los dueños, Manuel Vicente Díaz, se le entrecorta la voz al hablar de ello con La Crónica de Salamanca.
“La Junta lo está investigando, pero no sabemos aún si tiene que ver con nosotros. Nos limitamos a colaborar con ellos y hay que esperar los resultados de los análisis”, comenta.
“Se nos culpa de una cosa probable, pero es posible que venga de fuera”, matiza Díaz, sobre la posibilidad de que el origen esté en alguna preparación que reciben de un proveedor externo del restaurante. “Pero el origen aún es desconocido”, recalca apelando a la prudencia a la espera de los resultados de los análisis.
Lamentan profundamente la muerte de la mujer, que está por determinarse si se produjo debido a la intoxicación, porque inicialmente el medio centenar de clientes que fueron atendidos en los centros de salud (ninguno requirió visita al hospital) presentaron molestias leves.
Díaz, visiblemente afectado, explica que “somos una empresa centenaria, de toda la vida, de prestigio”, relata como propietario de un negocio que nació en 1885, “y nunca hemos tenido nada como esto”.
Aprovecha la ocasión para agradecer las “impresionantes” muestras de solidaridad que han recibido de clientes, vecinos y hosteleros de toda la provincia, y lamentar las fake kews que se están poniendo en circulación sobre este hecho.
