Los vehículos que se matriculan en España llevan una matrícula homologada por la Unión Europea y en la que Tráfico combina cuatro números y tres letras por orden alfabético. Sin embargo, este sistema es finito, y llegará un día en el que se acaben las combinaciones.
En el año 2000 la Dirección General de Tráfico adoptó un nuevo sistema de matriculación para los vehículos españoles en el que se combinan cuatro números y tres letras en orden alfabético y secuencial. Por ello, los automóviles más nuevos llevarán las últimas combinaciones posibles (actualmente empiezan por la letra M). Mientras tanto, los que empiezan por las primeras letras del abecedario son los más antiguos.
Antes de este sistema, se emplearon otros, como el que combinaba una o dos letras haciendo referencia a la provincia en la que se matriculaba el vehículo, seguido de cuatro números y una letra al final. Asimismo, en algunas provincias, cuando las combinaciones se agotaron, las matrículas contaban con dos letras en la parte final, en lugar de una.
Actualmente, la última matrícula vista corresponde a las letras MJV, a la que seguirán las combinaciones MJW, MJX…. Si bien, como en los sistemas previos, llegará un punto en el que las combinaciones posibles se agoten, siendo necesario adoptar una nueva fórmula. Esta fecha, según las estimaciones, llegará en el año 2053.
Por otro lado, hay una serie de letras que están prohibidas y no se incluyen en las matrículas españolas por diferentes motivos. En primer lugar, las cinco vocales (A, E, I, O, U), que no se emplean para evitar palabras malsonantes. Tampoco se emplean las consonantes CH, LL, Ñ y Q, con el fin de evitar equívocos o errores de lectura.