[dropcap]E[/dropcap]n octubre de 1982 el Ayuntamiento decidió oponerse al derribo del Teatro Liceo. Su dueño, Tomás Sánchez, había solicitado su demolición para construir un nuevo edifico de cuatro plantas. La totalidad de los concejales que formábamos la Comisión Municipal Permanente nos opusimos apoyándonos en los argumentos de la Comisión Técnico Artística, que previamente había rechazado la intervención de la piqueta.
Los argumentos del Consistorio se basaron en las características arquitectónicas del Liceo y en la tradición cultural del teatro más emblemático de la ciudad. Se incoó expediente de Bien de Interés Cultural, BIC, para protegerlo.
Se había construido en las ruinas del que fuera convento franciscano de San Antonio del Real y éste, a su vez, se edificó en el solar del que fuera palacio del conde de las Amayuelas, ambos entre la actual plaza del Liceo y la calle del Pozo Amarillo.
El teatro del Liceo tiene un valor sentimental para los salmantinos que acogieron con agrado la medida que tomamos. Los promotores querían construir además de las viviendas consabidas una galería comercial, seguramente como con posterioridad se hizo con Zara y la iglesia del convento. Intervención elogiable, realizada con gusto y sin que sufrieran los restos del templo que aún se conservaban.
El Teatro del Liceo fue inaugurado en 1862 y desde entonces fue el referente de la vida social y cultural de Salamanca. No solamente fue utilizado como teatro, también fue cine y salón de baile en las animadas fiestas de carnaval.
En las vacaciones de Navidad se programaban actividades especiales para niños en la Casa Municipal de Cultura, las denominadas “Vacaciones de Cuento”. Se pretendía que los niños cultivaran la ilusión y la fantasía, la imaginación y la creatividad. Se celebró en 1982 en la Escuela de Bellas Artes de San Eloy. Los chicos se divertían sencilla y libremente. El tema principal fue el libro. Había un taller dedicado a la animación a la lectura. Los niños estuvieron en contacto con ilustradores, grabadores, encuadernadores y escritores.
Se organizó una exposición de libros. En el taller de plástica se invitaba a los niños a dibujar y a pintar sobre temas relacionados con el mundo de los cuentos.
En el taller de comics, el Colectivo Salmantino del Comic proponía a los niños construir sus propias historias. El taller de la imagen trabajaba en la comunicación audiovisual, los chicos programaron un telediario con noticias elaboradas por ellos mismos.