La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte trabaja este verano en la recuperación de las cubiertas originales de piedra de la Catedral de Ciudad Rodrigo, que se sitúan en el ábside del Evangelio y de la sacristía vieja y que actualmente están ocultas y sin posibilidad de acceso. Estas obras, cuya finalización está prevista en estos meses estivales, se completa con la ejecución de una nueva estructura de cubierta que mantenga la geometría exterior.
Esta actuación, que está financiada por el Programa Next Generation, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Proyecto de Conservación y restauración de Inmuebles BIC (PRTR), tiene un coste de en torno a 480.000 de euros, que se suma a los más de cinco millones invertidos por la Consejería en diferentes actuaciones, como la última de restauración del claustro, limpieza y consolidación de la fachada exterior este, de los paramentos de los muros del claustro y de la capilla de San Jerónimo, y restauración de la totalidad de las puertas de madera originales, que ascendió a más de 1 millón de euros.
El principal objetivo de esta restauración es regresar a la estanqueidad de las cubiertas, en avanzado estado de deterioro, de forma homogénea con las del resto ya intervenidas por la Dirección General de Patrimonio Cultural, y la recuperación funcional de los espacios interiores.
El proyecto prevé la eliminación de la compartimentación de la planta alta de esta parte de la edificación, que en su día fue vivienda del sacristán, para ofrecer un espacio unitario y accesible desde el que se puedan contemplar, en el futuro, las cubiertas originales de piedra, único vestigio de este tipo en la Catedral.
Las obras han consistido en la reconstrucción de la escalera de acceso desde la antesacristía, actualmente en estado ruinoso, modificando ligeramente su disposición para que sirva para poner en valor los elementos de las distintas etapas constructivas: ventana románica del ábside, antiguas ventanas de la escalera sobre la sacristía o cornisa del ábside, entre otras, a la vez que evidencie las distintas fases de intervención en la catedral.
Se prevé igualmente la ejecución de una nueva estructura de cubierta, manteniendo la geometría exterior, que garantice la estabilidad y estanqueidad, a la vez que despeje el espacio situado bajo la misma, de manera que sirva para poner en valor los elementos preexistentes.
Se eliminan los tabiques de adobe y pilares de madera, de forma que se sustente en los muros perimetrales y en un único pilar central, que viene a coincidir sobre el muro que separa la antesacristía de la sacristía. De esta manera se obtiene un espacio diáfano que permite la contemplación de las cubiertas originales del ábside del Evangelio y la antesacristía, y que se reforzará mediante la disposición de lucernarios que no son perceptibles desde el nivel de calle y permiten poner en valor las preexistencias y los distintos paramentos.
Descripción del inmueble
Las obras de la Catedral pudieron comenzar entre 1168 y finales de siglo, justo después de que se creara el Obispado de Ciudad Rodrigo en 1160, continuando en sus diversas partes y estilos hasta 1806. En el último tercio del siglo XII se construyeron la cabecera y las pilas de la nave central, siendo de esta época las cubiertas, cuya liberación y contemplación serán posibles con el proyecto que se ejecuta. La filiación de esta catedral se puede calificar como arcaica, en relación con las de Zamora, Salamanca o la Colegiata de Toro.
A lo largo del siglo XIII se construyeron los muros de las naves y bóvedas laterales, en el XIV, las bóvedas centrales y del crucero y las pandas sur y oeste del claustro, en el siglo XV, la sacristía gótica (actual antesacristía) y el Coro de las Viudas. A falta de estudios específicos, la cubierta de la sacristía gótica que el proyecto va a liberar, pertenece a este periodo.
En el siglo XVI se construyen el nuevo presbiterio, parte de la ampliación de la sacristía, también afectada por este proyecto, el coro, las pandas norte y este del claustro, las capillas de los Hierros, de la Librería, del Crucifijo, de San Jerónimo, de San Lorenzo, y posiblemente la Capilla de los Dolores.
Finalmente, en 1806 se levantan las viviendas del sacristán, del campanero y las nuevas salas capitulares sobre las capillas góticas preexistentes al oeste del claustro, cuyas cubiertas también son objeto de este proyecto, y que han sufrido numerosas reparaciones desde el siglo XIX hasta nuestros días.