Estábamos avisados y en alerta de color sospechoso por la ola de calor, pero hasta que no ha llegado no hemos podido hacernos una idea de lo que supone pasar una noche con unos insoportables 21º de mínima y llegar horas después a los 45º al sol.
Eso, que podría describir un verano en Sevilla, ha ocurrido este miércoles en Salamanca, donde los salmantinos han tenido problemas para conciliar el sueño y luego para aguantar el sol en la calle.
A las 17 horas había 45º al sol y 38º a la sombra en la calle Toro y la Plaza Mayor, casi vacía, parecía una sartén monumental.
El resto, en casa a capear el temporal, en la piscina o el río para mitigar el agobio. Los pocos valientes que transitaban por el centro combatían el calor buscando la sombra, chico consuelo, o ayudándose con una botella de agua o un helado.
Otros, ni cortos ni perezosos, no dudaron en refrescarse en la fuente de la Isla de la Rúa, ante la estatua impertérrita de Francisco Salinas.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), este miércoles hemos pasado lo peor de la cuarta ola de calor del verano, y estaremos vacunados para lo que nos espera el jueves, con otra noche tropical y una máxima diurna de 38º a la sombra, un plan casi idéntico al de este miércoles.
El viernes será de transición y el fin de semana notaremos un alivio térmico considerable, sobre todo, por la noche.