Rubiales no dimite por la polémica del ‘falso feminismo’ sobre el beso

El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, compareció este viernes para ofrecer su versión sobe lo ocurrido durante la final del mundial femenino de fútbol.

Cuando se daba por hecho que anunciaría su dimisión, anunció que no va a dimitir, porque el considera que no hubo un beso a Jenni Hermoso, sino «un pico voluntario, mutuo y sin deseo, como si lo hubiera dado a mi hija. Ella me acercó el cuerpo y me levantó cuando le tenía las manos en la cabeza». Y que cuando lo dejó de nuevo en el suelo él le dijo que «si nos damos un pico» y ella lo aceptó.

Solo pidió perdón por su gesto en el palco cuando se agarró los huevos fuera de control ante la reina y la infanta, entre otros. Dijo que fue al acabar el partido y dirigiéndose al entrenador, Jorge Vilda, como queriéndole decir que «hemos ganado por huevos» con «todo lo que hemos pasado».

Los asambleístas que acudieron a la asamblea extraordinaria se dividieron entre quienes aplaudieron la intervención de Rubiales (casi todos) y quienes no salían de su asombro (los menos), porque pensaban que iban a asistir a un funeral y se encontraron con un Rubiales crecido que amenazó con defenderse en los tribunales ante otros, del Gobierno.

Atacó a la prensa que se dejó guiar por el «falso feminismo» y por la «cacería» promovida por el presidente de la Liga, Javier Tebas, contra él desde hace cinco años.