Una de las opciones que tienen los trabajadores al final de su vida laboral es la de jubilarse voluntariamente antes de tiempo. No obstante, en esos casos, la cuantía de la pensión que percibirán será menor que la que les correspondería en caso de posponer su retirada hasta cumplir la edad ordinaria.
Actualmente, la edad de jubilación ordinaria en España es de 66 o 65 años para quienes tengan más de 37 años cotizados. Si bien, quienes no tengan cumplida esa también pueden jubilarse de forma anticipada -voluntaria o forzosa-, siempre que cumplan algunos requisitos. Además, en esos casos la cuantía que recibirán será menor.
En los casos de jubilación anticipada voluntaria, los trabajadores deben tener cumplidos 64 años y 4 meses (en 2023), lo que supone dos años antes de la edad ordinaria legal. Si han cotizado más de 37 años y 9 meses, podrán jubilarse con 63 años de edad. Por su parte, en las jubilaciones forzosas, la Seguridad Social establece que el trabajador debe a ver estado al menos seis meses inscrito como demandante de empleo, así como haber cotizado un mínimo de 33 años, 2 de ellos dentro de los 15 anteriores al momento de la solicitud.
Sea voluntaria o involuntaria, en ambos casos, el pensionista deberá afrontar una reducción en la cuantía que percibirá, que variará en función tanto del tiempo cotizado como de los meses que se adelante el retiro. Para calcular la cantidad que cobrará de pensión, lo primero es conocer cuánto le correspondería a cada uno, a lo que la Seguridad Social le aplicará un coeficiente reductor.
Estos coeficientes varían en función del tiempo cotizado y la edad de jubilación. De esta manera, cuanto más se adelante el momento de jubilarse, mayor será el coeficiente y menor será la cuantía que se percibirá. Al mismo tiempo, cuanto más tiempo se haya cotizado, menor será el coeficiente y mayor la pensión.
