Una persona arrojó una mesa al canal del Zurguén desde la pasarela de madera en el parque Miguel Delibes. Con las lluvias recientes el agua la ha arrastrado unas decenas de metros haciéndola menos visible.
«No se debería de haber convertido este tramo final del pequeño río en un canal, perdiendo la oportunidad de que la naturaleza creara un amplio bosque de ribera; el proyecto que justificaba el canal decía que era por ‘falta de espacio’, como si el hormigón y el granito crearan ese espacio», denuncian desde la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca.
La asociación lamenta que ya no tiene remedio, pero el Ayuntamiento tendría que limpiar (de basura urbana, no de vegetación) este tramo.
A veces, cuando llueve mucho, se limpia él solo llevándose la basura pero también dejando colgadas de las ramas grandes cantidades de plásticos mostrando un paisaje de lo más deplorable. «Una limpieza al año supondría un coste ridículo y el martín pescador y los patos, frecuentes en este lugar, lo agradecerían», concluyen desde la asociación.