Dentro de las especificaciones de los neumáticos, el punto rojo que aparece a los lados es uno de los más desconocidos. Pese a ello, es de vital importancia durante el proceso de montado de la rueda en el vehículo. Estas marcas también pueden aparecer en forma de triángulo, además, hay otras similares de color amarillo o blanco.
Estos puntos rojos, en algunas ocasiones en forma de triángulo, son fundamentales para lograr un buen montaje de la rueda en el coche, ya que facilitan el equilibrado. Esto se debe a que indican dónde está el punto máximo de variación de fuerza radial (RFV), donde el neumático presenta una mayor rigidez. Este defecto aparece ante la imposibilidad de fabricar las gomas de forma idéntica en cuanto a forma, rigidez y estructura.
El equilibrado es fundamental para evitar desde vibraciones en las ruedas que generen incomodidad en la marcha, hasta desgastes anormales y prematuros de las gomas o problemas en la mecánica del propio vehículo. Así pues, esas marcas de color rojo permiten al mecánico equilibrar mejor el neumático al montarlo en la llanta que, a su vez, tampoco es completamente uniforme.
Por otro lado, algunos neumáticos también cuentan con marcas amarillas y blancas. Las primeras indican el lugar en que la goma es más ligera, por lo que también suponen una referencia útil a tener en cuenta durante el proceso de equilibrado.
Finalmente, las marcas blancas indican el lugar del neumático con la variación de fuerza radial (RFV) mínimo, o lo que es lo mismo, la zona con mayor flexibilidad del neumático y el contrario que el RFV máximo. No obstante, esta marca puede llevar a confusión, ya que algunas marcas señalan de la misma manera que la goma ha superado el control de calidad.