El Ayuntamiento de Salamanca aprovecha todas las ocasiones que tiene para minusvalorar lo que hace bien. Es lo que ocurre cuando se realizan los actos por puro postureo.
Este jueves, con el pregón por las Ferias y Fiestas han perdido una oportunidad de bordarlo. La encargada de dar el pregón fue Mª Victoria Mateos, una eminencia en Medicina, quien señaló que “Salamanca es una ciudad con el saber dentro. El prestigio de Salamanca atrae hacia sí una confluencia de estudiantes de todo el ámbito peninsular, insular e incluso europeos y americanos. Y salvando las distancias y desde la más profunda humildad, lo que represento hoy aquí, que es la excelencia en hematología en esta ciudad, tiene, permítanme, una cierta similitud con la historia de la ciudad de Salamanca”. A su lado, una interprete de signos iba trasladando a las personas sordas el discurso de la pegonera.
Las dos ocuparon su espacio en el balcón consistorial. No se las veía. El escenario donde se celebran los conciertos de las Ferias y Fiestas era una barrera visual insalvable por las decenas de personas situadas frente al hueco que dejaba el andamiaje de luces.
Colocadas a ambos lados del escenario dos grandes pantallas donde se podía ver el rostro de Mª Victoria Mateos y oírla, pero no a la interprete de signos, porque no la enfocaban las cámaras. Así, las personas con deficiencia auditiva no la veían y se estaban perdiendo el pregón. Puede que leyeran los labios a la pregonera, al ser la que más minutos encuadraba el objetivo.
Quizá sería conveniente sacrificar el balcón consistorial y adaptar el escenario para dar los pregones de las Ferias y Fiestas o en su defecto, enfocar a la pregonera y a la intérprete de signo a la vez.