Aprovechamos que Juanma Romero, director y presentador de Emprende que emiten Canal 24 horas y La 1 de TVE, estuvo en Salamanca porque fue ponente en Startup Olé, para charlar sentados en una de las terrazas de la Plaza Mayor sobre emprendedores, comunicación, hacerse visibles, profesiones del futuro, dificultades y alegrías.
Usted que conoce a muchos. ¿Qué tanto por ciento de locura tiene un emprendedor?
Un tanto por cierto de locura, pero mucha sensatez. El problema es que a veces es al revés, tienen mucha locura y ni puñetera idea de lo que van a hacer. Se lanzan a la piscina, no tiene agua y se estampan contra el suelo. El problema es que creen que esto es Hollywood y que todo va a salir bien.
¿Por qué cree que no sale bien?
Porque no lo han previsto. No han testado la idea. No digo ya con expertos, simplemente con otros emprendedores, con la familia,… Recuerdo en una ocasión a una persona que me dijo que quería poner montar una especie de aseguradora, cobrar 100€ al año por asegurar y arreglar los coches telemáticamente si se estropeaban.
¿Qué le dijo?
Le dije que no iba a funcionar y le pregunté: Si yo me quedo tirado en Huesca a las tres de la madrugada porque tengo un reventón, ¿Cómo me lo arreglas con el ordenador? Lo rete, si esto sigue adelante vienes y me dices: ‘Juanma, no tienes ni idea’.
¿Lo ha vuelto a ver?
No ha vuelto por aquí. Una cosa es que quieras montar un negocio y luego puede que funcione o no. En otra ocasión, uno me comentó que quería montar una escuela de negocios en Madrid, en inglés para chinos y latinoamericanos ricos. Le dije que en Madrid tenemos 27.000, si no tienes otra cosa, que sea en inglés da igual. Tiene que tener algo diferente.
¿Cuál es el mayor problema del emprendedor?
No está formado. Es más, hay personas que les dicen: ‘No te formes. Lánzate a la piscina’. Vale, tírate, pero tendrás que saber manejar un excel, comunicarte con el inversor. Si vas a un inversor y tienes un proyecto regular, pero eres muy carismático, es muy probable que te preste el dinero; si tienes un proyecto magnífico, pero no sabes decir tres palabras seguidas, el inversor no te va a hacer caso. Todo esto, el emprendedor no lo tiene en cuenta, porque piensa que su idea es maravillosa, que es el no va más. Quizá lo sea, pero como piensa esto, decide que lo demás no es necesario.
¿Si la juventud tiene arrojo y futuro, que aporta la madurez en una persona que quiere montar un negocio?
La madurez te aporta conocimientos, sensatez, perspectiva de la vida y autoridad. Hay cosas que ahora no voy a hacer, que sí habría hecho con 20 o 25 años. En cambio, a mis 62 años estoy en pleno proceso de montar una iniciativa.
Los años no dan garantía de éxito.
No. Además, ya estas más cansado. Le dedicaré a este nuevo proyecto una parte de mi vida, pero ahora tengo hijos, mujer,.. Para mí, sería más importante, en el caso que los tuviera, dedicarle una hora a mi nieto, que a mi negocio. Hay que verlo todo con la perspectiva de la vida.
¿Qué RH tiene la sangre de un emprendedor?
Normal, pero a veces no calculan el tiempo que dedican al negocio y se pierden otras cosas.
Por ejemplo.
A la pareja, a los hijos,… piensan que el negocio es tan importante que le dedican 24 horas al día, siete días a la semana. A la mujer o al marido no le hacen ni caso y acaba habiendo divorcios, se quedan solos o solas y los hijos están con la otra parte. No disfrutan de esa parte de la vida y cuando se dan cuenta es tarde.
Los autónomos ni siquiera se ponen enfermos.
No tienen tiempo. Ni se quedan en la cama mucho rato. (Risas)
¿Se puede emprender a cualquier edad?
A cualquiera. El de los pollos fritos creo que tenía más de 60.
¿Están bien tratados?
No es cuestión de que estén bien tratados, es cuestión de que no se les maltrate.
¿Cuántas ha oído la frase: ‘Se tenían que poner en mi piel’?
Muchas. Aquí, se tarda una eternidad en montar una empresa, en Londres se hace en media hora, por no hablar del IVA.
Hablamos. ¿Qué solución propone para lo del IVA?
Me parece impresentable que tú factures 20.000€, más el tanto por ciento del IVA, que es un dineral, y a ti no te pagan hasta dentro de seis meses, o no te lo paguen, y tú tengas que dárselo al Estado. ¡Hemos perdido la cabeza! No se dan cuenta, pero claro cómo ellos son políticos y tienen su sueldo todos los meses, no lo arreglan y hay que hacerlo. Debería de ser que cuando a mí me paguen el IVA, yo lo abono, pero no antes.
Usted está en contacto con muchos. ¿Tienen vanidad?
Tienen un punto grande de egolatría.
Eso puede ser bueno.
El problema es que confundan la egolatría con el orgullo en uno mismo. Está bien creer en ti, que no es vanidad, y luchar por tus sueños. La egolatría es pensar que eres el mejor del mundo y puedes con todo, hasta que viene alguien, te pega un bofetón, que no sabes por dónde te ha venido, y es cuando la empresa cierra.
¿Cuáles cree que serán las profesiones del futuro a parte de las clásicas?
Tienen que convivir. Por ejemplo: ahora que estamos en Startup Olé, tiene que haber personas que monten eventos físicos y también virtuales. En general, se puede pensar que a los periodistas la inteligencia artificial nos va a quitar el empleo, esto no es cierto. Lo que ocurre es que los periodistas que mejor trabajen y funcionen serán los que mejor conozcan la inteligencia artificial. Siempre tengo abierto a ‘Chati’ –ChatGPT- cuando estoy escribiendo un texto, veo que he repetido una palabra, en vez de ir a un diccionario de sinónimos, se los pido a ‘Chati’. Eso es utilizarlo con cierta sensatez. Ni de coña le digo que me escriba un texto.
Hay personas que lo hace.
Sí y lo publican en redes sociales. Hice una prueba una vez. Le pedí un artículo de cierto tema con un número de palabras. Lo hizo y lo publiqué tal cual.
¿Qué pasó?
160 visualizaciones, cuando mis artículos suelen tener entre 2.000 y 3.000.
Al final lo auténtico llega al lector.
A lo natural no le llega nada. Mis seguidores saben cómo escribo, cómo soy. A ChatGPT no se le ocurre subirse en una farola para afanar la foto en la que estás como ponente en Startup Olé. (Risas)
¿Pudo cogerla?
No. La pediré. El carisma y la empatía no lo puede tener ChatGPT. Los requiebros morales no los puede tener.
¿No?
No. A ChatGPT le he pedido que me dé tres insultos y el tontolaba te dice: ‘No puedo dar insultos porque está fuera de mi política…’ (Risas) Esto es una máquina, no es algo inteligente. Ya solo con la expresión: inteligencia artificial, me parece un exceso. Inteligencia, no, artificial, sí. Digamos máquina artificial.
Al apretón de manos, al mirar a los ojos no va a llegar la inteligencia artificial y los tratos de cualquier emprendedor se hacen así.
Efectivamente. Incluso cuando vas a escribir un correo electrónico.
Explíquese.
Cuando vas a escribir un correo importante es fundamental que primero escribas los menos importantes y después los más, para que vayas cogiendo soltura. Además, algo que recomiendo es que cuando vayas a mandar un correo importante, escríbelo en un Word.
Por si le das a enviar…
Eso es. Además, debes guardarlo. A las dos horas, lo vuelves a leer. No sea que lo hayas llamado hijo de satanás y te hayas arrepentido por la razón que sea. Y ya, si estás de acuerdo en todo lo que has escrito, lo copias y se lo mandas. Nunca escribas un email importante, en el propio email. Es de primero de básica, pero la gente no lo hace.
Entonces. ¿Cuáles son las profesiones del futuro?
Mucho tecnológico, pero al final los que se van a forrar son los fontaneros. Si tienes un atasco en casa a quién vas a llamar, al que te lo arregla telemáticamente o al que mete la mano.
Pues eso.
Aquí hay un tema muy importante, que me cabrea mucho cuando se habla de las profesiones y la importancia de la tecnología. Nos olvidamos de las personas que colocan vallas, que barren,… ¿Nos olvidamos de ellos a posta? Sé que no están en la cúspide, pero vamos a citarlos por lo menos.
Pues si la persona que limpia el quirófano, no lo limpia, solo se hace la primera operación.
O ninguna.
Usted también es emprendedor. ¿Cuánta adrenalina tiene lo de montar algo por tu cuenta y ver que crece?
Mi caso es diferente. Mis negocios siempre han ido parejos con mi actividad profesional de comunicador. Por eso, no tengo mucha adrenalina, porque ni siquiera he necesitado montar empresa, me he dado alta como autónomo y poco más. Siempre he tenido mi trabajo, gané una oposición en TVE. No he tenido el problema de si no sale algo, qué hago. Siempre he tenido un respaldo.
¿Y en los demás?
Muchas, porque lo ponen todo en el asador. La persona que monta un negocio y no tiene nada, es más que adrenalina, tiene un susto metido en el cuerpo, a parte de la emoción y la ansiedad de que salga para adelante. En muchas ocasiones, no lo hacen por dinero, sino por la emoción de sacar adelante su negocio y el proyecto en el que cree.
Quizá es que en el viaje se lo pasan bien.
Es más, muchos cuando llegan arriba, se desentienden del proyecto.
Juanma Romero, autor de ‘Hazte invisible’ y puede ayudar aquí.
¿Te imaginas a un tipo de sesenta y pico años con traje y corbata subiéndose a una farola en Salamanca sin haber bebido nada de alcohol?
Pues ahí lo tienes porque hay que sonreír a la vida.
Y tener sentido del humor.#haztevisible con @jromero_tv@maperezlaguna lo grabó. pic.twitter.com/ZLLDE8e3Lc— Juanma Romero ® (@jromero_tv) September 8, 2023