Esquizofrenia financiera…

Una mujer subiendo unas escaleras. Fotografía. Unsplash.

En su primera reunión tras el verano, el Banco Central Europeo volvió a subir sus tipos de interés de referencia: el tipo de refinanciación del BCE queda así situado en el 4.50%. Desde julio del pasado año, la autoridad monetaria europea ha elevado sus tipos de interés en 10 ocasiones por el total de 4.5 puntos porcentuales.

Acompañando esta decisión, el BCE revisó al alza su previsión de inflación y a la baja la de crecimiento. En otras palabras, a pesar del acusado esfuerzo de restricción monetaria llevado a cabo en poco más de un año, y a pesar de que el crecimiento económico se resiente ya con claridad de este entorno de tipos de interés más elevados, el Banco Central Europeo no puede aún cantar victoria en su lucha por contener la inflación.

Es posible —solo posible— que el techo de esta fase de subida para el tipo de interés de referencia del BCE esté ya próximo, pero hoy por hoy parece claro que los tipos de interés se mantendrán en torno a estos niveles (si no algo más altos) durante, al menos, bastantes meses, lo que previsiblemente se traducirá en un mayor debilitamiento del crecimiento económico de cara a los próximos meses.

En este contexto, los mercados se debaten divididos entre el daño que esta política monetaria restrictiva está causando y va a causar aún en mayor medida al crecimiento económico, y la esperanza de que los bancos centrales terminen por abrir la mano y comiencen a bajar sus tipos de interés dentro de unos meses. Pero, para ello, es necesario que la inflación muestre antes signos claros y sostenidos de abatimiento. De lo contrario, estaremos abocados a una fase de “estanflación” (estancamiento económico con inflación). Los mercados han entrado así es una especie de esquizofrenia financiera en la que las malas noticias en términos de crecimiento económico son cotizadas en positivo —en la medida en que vengan a presionar en favor de tipos de interés más bajos—, pero, al mismo tiempo, las malas noticias no dejan de ser eso: malas noticias.

Como venimos comentando, con estas dinámicas de fondo, el riesgo de que tanto las bolsas como los mercados de renta fija sufran caídas adicionales y relevantes desde los niveles actuales es muy elevado.

Tras el BCE, esta próxima semana será el turno de la Reserva Federal estadounidense (el miércoles), el Banco de Inglaterra (el jueves) y el Banco de Japón (el viernes).

A propósito de esquizofrenias financieras, en esta ocasión conviene no infraestimar la potencial influencia desestabilizadora que sobre los mercados financieros pudiera llegar a derivarse de las decisiones y discurso que adopte la autoridad monetaria nipona…

Por. Félix González
Socio Director General
Capitalia Familiar EAF

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