Un estudio científico ha determinado que el consumo de aceite de coco podría alterar el metabolismo y provocar obesidad. Este producto, muy rico en grasas saturadas, provocó alteraciones en el uso correcto de la leptina y la insulina.
Este trabajo, realizado por investigadores de la Universidad de Campinas (Brasil) y publicado en el medio especializado ‘Journal of Functional Foods’, ha estudiado los efectos que produce el consumo de aceite de coco en ratones, determinando que, incluso con dosis bajas, provoca alteraciones metabólicas que pueden provocar obesidad y comorbilidades asociadas.
Durante el proceso de investigación, los expertos dividieron 60 ratones en tres grupos, a los que administraron un suplemento líquido junto a su dieta. Los del primer grupo recibían agua, los del segundo 100 microlitros de aceite de coco virgen extra y los del tercero 300 microlitros del mismo producto.
Posteriormente, realizaron estudios hipotalámicos de los ratones, tras lo cual comprobaron una resistencia creciente tanto a la leptina como a la insulina, en función de la dosis de aceite de coco recibida. Ambas hormonas tienen un papel importante a la hora de regular el gasto energético, el hambre y el modo de procesar las grasas y los azúcares.
Este trabajo se ha desarrollado a partir de investigaciones anteriores sobre los efectos del consumo de aceite de coco. Así pues, en esos estudios ya se había observado que producía desde aumento de peso o un menor gasto de energía, hasta desequilibrios sistémicos o conductas de ansiedad.