Al acudir a entrevistas de trabajo, los aspirantes al puesto deben prestar atención a su comportamiento y, especialmente a los gestos corporales. Así pues, hay algunos que deberían evitarse siempre, ya que dejan al candidato en mal lugar y dan una imagen de desinterés que pueden ser importantes para la decisión final.
Junto a la formación y experiencia o la comunicación verbal e imagen de un trabajador que acude a una entrevista laboral, la comunicación no verbal también es una parte fundamental durante la misma. Por ello, hay una serie de gestos ‘prohibidos’, ya que pueden dejarlo en mal lugar ante el entrevistador, condicionando su decisión.
- Mirar el móvil. Pese a que puede resultar algo de sentido común, puede ocurrir que, si el teléfono vibra o se ilumina, esta conducta puede realizarse de forma automática e involuntaria. Por ello, lo ideal es tener el teléfono guardado y en silencio durante la entrevista.
- Jugar con objetos o con el pelo. Esto puede ser una de las formas que tiene el cuerpo para paliar el estrés, algo habitual en una entrevista laboral. Aunque no pasa nada por tocarse el pelo o sujetar un bolígrafo un par de veces de forma puntual, si se convierte en algo constante puede transmitir inseguridad y ansiedad por parte del entrevistado.
- Evitar el contacto visual. Durante cualquier conversación, mirar al interlocutor indica interés. Por ello, aunque no es necesario que haya contacto visual durante toda la entrevista, lo ideal que es que se produzca durante alrededor del 90% de la misma.
- Apoyar la cabeza en la mano. Este es uno de los gestos concretos que más se deben evitar, ya que demuestra aburrimiento, apatía y desinterés. Por el contrario, se debe mantener una postura erguida. Al mismo tiempo, gesticular con las manos y los brazos para acompañar al contenido verbal ayudará mejorar la exposición.