Un uso correcto de los calcetines y escogerlos atendiendo a diferentes factores como la época del año o la actividad que se va a practicar es fundamental para evitar problemas de salud en los pies. Entre ellos, los más comunes son algunos como la hiperhidrosis, los hongos, las laceraciones o, incluso, las úlceras.
Tal y como ha insistido el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (Icopcv), “es esencial prestar atención a los calcetines que utilizamos porque ellos también influyen en la salud de los pies”. En este sentido, dentro de los problemas más habituales relacionados con los calcetines destacan el exceso de sudoración (hiperhidrosis), los hongos, las laceraciones o las úlceras en diabéticos.
“Hemos de tener en cuenta que el calcetín es la primera prenda que está en contacto con nuestros pies. Por tanto, la relación de nuestro pie con él influirá también en la que este tendrá con el calzado y con la pisada”, explica a 20minutos el podólogo Jorge Escoto, miembro de la junta directiva del Icopcv.
Por este motivo, recomienda “ir más allá de pensar que lo óptimo es utilizar un calcetín de algodón”. “Hoy en día hay múltiples tipos de materiales muy recomendables que serán más indicados o menos según el tipo de actividad que vayamos a desarrollar, al igual que los diseños con los que son confeccionados”, añade.
A la hora de escoger un calcetín, “el podólogo nos va a ayudar a elegir unos calcetines con sistema de amortiguación apropiado para nuestra actividad, o con fibras con refrigeración optimizada. Además, podemos aconsejar, si la actividad deportiva lo requiere, unos calcetines con sistemas de protección como refuerzo adicional en las zonas de mayor impacto y desgaste, como son la puntera, el talón y la media planta”, señala Escoto.
Por otro lado, se deben tener en cuenta otros aspectos, como la orografía del terreno, ya que, dependiendo de la altura de la caña del zapato será necesario un calcetín más alto o más bajo. También son importantes la duración de la actividad o la temperatura ambiental. Por ejemplo, el algodón absorbe fácilmente la humedad pero, al enfriarse, reduce la temperatura corporal.
Para evitarlo, los expertos aconsejan optar por diseños que combinen diferentes fibras, entre ellas, las conocidas como ‘huecas’, que retienen el calor corporal y expulsan el sudor. Por su parte, las fibras naturales (lana de merino y seda) ofrecen una alta protección frente a las temperaturas frías.
Finalmente, para los pacientes con diabetes, “resultan muy adecuados los calcetines fabricados con fibras naturales de origen marino y fibras de plata que favorecen la regeneración cutánea, así como la eliminación del exceso de sudoración al exterior. Esto evita la proliferación de bacterias”. Además, si cuentan con “una estructura óptima” y “sin costuras”, se evita “comprometer el retorno venoso, así como la fricción y, por tanto, la aparición de rozaduras”.