«Tenemos un Ayuntamiento que no se aclara». Así de contundente se muestra la asociación Comité Antinuclear y Ecologista de Salamanca. «En el centro se está gastando un ‘pastón’ para obtener unos jardines miserables de unos metros cuadrados y permeabilizar los pavimentos. El caso más llamativo es el de la calle Zamora, pero hay bastantes más», matizan.
Paradójicamente a la vez, en el Arrabal, cerca del Puente Romano, condena un jardín que medía 50 m2 con adoquín de cemento cuando se podría haber hecho lo contrario, ampliarlo. En el lugar confluyen las calles Carretera de La Fregeneda, Larga y José Ribera dejando un amplio espacio de calzada por el que malamente atraviesan los peatones. «Ordenando ese lugar se podría haber ampliado el jardín en otros 60 m2 y mejorar el tránsito peatonal», exponen desde la asociación.
Recuerdan que algo similar ocurrió en 2016. «Aquí mismo, en la calle Larga un poco más dentro del Arrabal, se pavimentó otra plaza y se plantaron tres pequeños árboles (hoy siguen escuálidos) en un espacio que, siendo de tierra, se podría haber convertido en una zona verde de 500 m2. Pero no fue así. Nuestro gobierno municipal sigue dando dos de arena por una de cal», puntualizan.
La asociación aconseja mira a otras ciudades, como París, para ver lo que están haciendo. Allí su gobierno local pretende eliminar nada menos que el 40% de zona asfaltada en los próximos años; «ya ha conseguido una disminución de 1% anual del tráfico motorizado. Ha cerrado al tráfico decenas de calles por las que pasaban diariamente miles de coches y todo ello con un coste mínimo, gracias al urbanismo táctico: pintura, señalización, bolardos y obras menores», enumenan.
Ciudades como París, Londres, Vitoria y muchas más señalan el camino para combatir el efecto isla de calor; con cambios espectaculares están consiguiendo disminuir las emisiones de CO2, la reducción del tráfico motorizado, el aumento de zonas verdes y el crecimiento de la movilidad en bicicleta. «Aquí no vemos más que tímidos e incongruentes intentos porque a pesar de la declaración de emergencia climática por parte del Ayuntamiento, este gobierno municipal no termina de creérselo», concluyen desde la asociación.
Fotografía. Asociación Comité Antinuclar y Ecologista de Salamanca.
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