La Policía Nacional está liderando el proyecto europeo de Cooperación inter-policial y social contra los delitos de odio (Cisdo), mediante el que se busca mejorar las capacidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la lucha contra este tipo de agresiones. Además, dentro de este proyecto, en Salamanca lidera la Comunidad de Prácticas ‘Copra Salamanca’, en colaboración con la Usal.
El proyecto europeo Cisdo contra los delitos de odio, cofinanciado por la Comisión Europea, tiene como objetivo mejorar las capacidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la lucha contra los discursos y delitos de odio. La Policía Nacional junto con el Observatorio Español contra el Racismo y la Xenofobia y la Intolerancia, la Oficina Nacional contra los Delitos de Odio y la Universidad de Salamanca cooperan con las ONGs para luchar contra este tipo de delitos.
El pasado miércoles tuvo lugar la primera sesión del proyecto Cisdo en dependencias de la Comisaría Provincial a la que asistieron organizaciones encargadas de acoger a los colectivos más vulnerables frente a este tipo de hechos delictivos.
Dentro del proyecto europeo Cisdo, la Policía Nacional de Salamanca lidera la denominada ‘Copra Salamanca’, Comunidad de Prácticas, la cual está formada por organizaciones como Aspace, Accem, Cepaim, Cruz Roja, Cáritas, Salamanca Acoge, Secretariado Gitano, La ONCE o Iguales.
Este proyecto está cofinanciado por la Comisión Europea, en la convocatoria de 2022 del Programa de ‘Ciudadanos, Igualdad, Derechos y Valores’ y tiene como objetivo mejorar las capacidades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tanto del nivel nacional como del nivel local para prevenir, identificar, mediar y luchar contra los incidentes racistas y xenófobos, y contra los discursos de odio y delitos de odio. Esta mejora de las capacidades se hará junto a la sociedad civil, de manera que sirva para favorecer la convivencia pacífica en las ciudades.
El proyecto está liderado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe) de la Dirección General de Atención Humanitaria e Inclusión Social de la Inmigración, de la Secretaría de Estado de Migraciones, en el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y como socios están la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio (Ondod) del Ministerio del Interior, en colaboración con Policía Nacional de Salamanca y Valencia, y de Guardia Civil de Murcia y Cáceres, la Universidad de Salamanca, el Ayuntamiento de Palencia, y el Ayuntamiento de Móstoles, a través de sus respectivas Policías Municipales, la Escuela de Policía de Finlandia (Polamik) y la consultoría Cidalia de gestión de la diversidad.
Este nuevo proyecto Cisdo está, además, alineado con el II Plan de Acción contra los Delitos de Odio 2022-2024 del Ministerio de Interior; con la Estrategia Integral contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y otras formas conexas de intolerancia del Gobierno de España; y también con el Plan de Acción de la UE contra el Racismo 2020-2025.
Como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y dentro de las Administraciones Públicas, «tenemos el compromiso de velar por el libre y legítimo ejercicio de derechos fundamentales de todas las personas que viven en nuestra ciudad. Lo que cobra especial importancia teniendo en cuenta que, fruto de la expansión global de la movilidad humana, nuestra sociedad es cada vez más diversa y multicultural», indican.
Por tanto, «hemos de trabajar conjuntamente con las Organizaciones de la Sociedad Civil para formar, concienciar y sensibilizar a la ciudadanía para hacer posible una convivencia armoniosa, que favorezca la acogida e inclusión económica, laboral y social de todas las personas, y en especial de aquellas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, tanto las personas que ya residen en nuestra ciudad como las que las personas que llegan de otros países y con las que compartimos espacio vital. Y en estas cuestiones los profesionales de las Administraciones Públicas, y en particular de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tenemos un papel muy relevante».
En definitiva, «se trata de favorecer que las víctimas se sientan con la confianza suficiente para denunciar los incidentes y delitos de odio. Como saben solo se denuncia 1 cada de cada 10″, concluyen.
