Ha costado casi tres años, pero parece que las aguas vuelven a su curso y la presión asistencial de los médicos de Familia regresa a niveles prepandemia tanto en el ámbito rural como en el urbano. Así lo arrojan los datos de Sacyl al cierre del primer semestre del año, que indican que la situación es similar a la de hace cinco y muy por debajo de los ejercicios de 2021 y 2022, que estuvieron justificados por el virus y por sus efectos colaterales, todas aquellas patologías que quedaron dormidas. Y todo, pese al aumento de las consultas presenciales, que han evolucionado de una media del 39 por ciento en 2021, a un 52 por ciento entre enero y junio de este 2023.
S. Calleja / ICAL. Las últimas cifras sobre actividad asistencial consultadas por Ical al cierre de junio, muestran que la presión asistencial media de los médicos de Familia, tanto en el ámbito urbano como rural, fue de 30,04 pacientes atendidos por profesional y día, ligeramente por debajo de los 30,22 de 2019. El año 2020 logró mantener el tipo por la drástica reducción de la actividad presencial, con 30,27, mientras que en 2021 y 2022 se elevaron a 33,38 y 32,68.
Es cierto que las cargas de trabajo hasta junio se mantienen a raya, pero lo hacen gracias a las consultas del medio rural, donde la media de pacientes atendidos por profesional al día en el primer semestre se cerró con 23,84, frente a los 36,25 pacientes de los facultativos del medio urbano, algo que aleja de la realidad la demanda histórica de los facultativos de diez minutos por consulta y por encima del tope de 35 citas pactado por la Consejería de Sanidad y CESM de Castilla y León.
Si se comparan estos números con los de ejercicios anteriores, en el caso de los centros de salud urbanos se observa una clara reducción sobre el dato del primer semestre de 2022, con 39,45 pacientes atendidos por profesional al día, y sobre el de 2021, que marcó un hito, con 40,61 pacientes. Con la actividad de este año, la presión asistencial regresa tiempos prepandemia, ligeramente por encima del dato de 35,64 usuarios de 2019.
En el caso de los médicos de Familia rurales, los datos comparten una evolución similar. Así, cerraron el primer semestre con una media de 23,84 pacientes, por debajo de los 24,8 de 2019, y a distancia considerable de los 25,91 del año pasado, y de los 26,16 de 2021.
Áreas de salud
Por áreas de salud, las que arrojan mayor presión asistencial en el primer semestre del año son Valladolid Oeste, con 35,15 pacientes, así como El Bierzo, que llega a 32,75. Mientras, las agendas más ligeras son las de los médicos de Familia de Soria y Zamora, con 23,8 y 23,5 pacientes por profesional al día, en cada caso, y Segovia, con 25,15 . En línea con la media autonómica de 30,4, figura el Área de Salud de Burgos (30,4), que supera Valladolid Este (31,95). Ávila cerró con 29,47; el Área de León, con 29,89, la de Palencia, con 29,15, y la de Salamanca, con 28,3.
De forma paralela, el comportamiento de la presión asistencial en Enfermería y Pediatría también ha regresado a tiempos precovid. Así, el primer trimestre se cerró con una media de 14,7 pacientes por enfermero, cada vez más próxima al dato de 2019, cuando fueron 13,06.
Las áreas con agendas más cargadas fueron Valladolid Oeste (17,8), así como Palencia (17,1). Por el contrario, Soria registró la menor presión, con 11,5 pacientes de media en los dos primeros trimestres. Zamora cerró con 12,35 pacientes y Segovia, con 13,75, ligeramente por encima del dato de Valladolid Este y el de Salamanca, con 14,4 y 14,85, en cada caso. Burgos anotó 14,05 pacientes; León, 14,35; Palencia, 16,55, y Ávila, 15,2.
Por su parte, los pediatras llegaron a los 22,28 niños por día, también por debajo el dato de cierre de hace año, eso sí, por encima de los 17,50 con que se cerró 2019. En este caso, las agendas más cargadas fueron las de El Bierzo (27,2), Palencia (26,1) y Salamanca (25,05).
Los pediatras de Ávila atendieron una media de 23,95 niños al día; los de Burgos y León, 22; los de Salamanca, 25,05; por encima de los 20,05 de Valladolid Oeste; los 18,3 de Valladolid Este. En Segovia la presión fue de 18,25 niños por pediatra al día; en Soria, de 20,05 y en Zamora, de 20,45.