Katalin Karikó y Drew Weissen recibirán el premio Nobel de Medicina “por sus descubrimientos sobre modificaciones de bases de nucleósidos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARNm eficaces contra la covid-19”. Ahora los héroes en la lucha contra la pandemia tendrán que decidir cómo repartir su galardón: 9 millones de coronas suecas, que en España serían 830.000 euros.
Los premiados se conocen desde 1997, fecha en la que se inauguró una asociación de científicos y a la que el Nobel recompensa. En ese momento realizaron investigaciones sobre las posibilidades que existen del ARNm (ácido ribonucleico mensajero) como terapia, y descubrieron que este ácido provoca una inflamación en el cuerpo que no permitía su uso en vacunas.
Sin embargo, después de mucho trabajo, los científicos lograron transportar nuevas órdenes de trabajo a las células sin tener un efecto inflamatorio. A pesar de que algunos consideraban sus hallazgos como “poco convencionales y casi de ciencia ficción”, empezaron a ser reconocidos cuando revelaron que el ARN en ratones permitía la producción temporal de glóbulos rojos.
Saltaron a la fama en 2020, año en el que Pfizer/Biontech y Moderna usaron sus vacunas de ARNm en 164 países para poner fin al covid-19. Así, “salvaron innumerables vidas y allanaron el camino para salir de la pandemia”, según la universidad de la Ivy League de Filadelfia (EE UU), donde ambos trabajan. Por ello, ahora se está probando este método que podría ser eficaz en otras enfermedades como el VIH, la malaria o el cáncer.
Además del Nobel, Karikó y Weissman han recibido otros premios. Destaca el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021, donde Karikó pronunció lo siguiente: «El camino de los descubrimientos científicos nunca ha sido una línea recta, tiene giros y vueltas en cada coyuntura y requiere esfuerzos de colaboración internacional y la contribución de muchos científicos».