Cayetano Martínez de Irujo se llevó una enorme decepción en la misa homenaje a la duquesa de Alba a la que no acudieron sus hermanos, como suele ser habitual.
“Cada uno tiene su conciencia, yo me he esforzado mucho para que mi familia esté unida. Creo que en la vida hay que estar unidos, quererse y apoyarse mutuamente”, manifestó, según informa 20minutos.
Ante estas duras palabras, su hermana Eugenia no se quedó callada. “Se aprovecha de que los demás no hablamos”, confesó.
Además, Cayetano le mostró que ahora no le preocupaba la unión de la familia porque está feliz. Sin embargo, Eugenia insistió en que ya llevaba diez años feliz. “Se aprovecha de que los demás hermanos no abrimos el pico”, volvió a repetir enojada.