El grupo de música salmantino Folk on Crest lleva, desde su creación en 2008, con el objetivo de contribuir a la divulgación de la música tradicional charra y de la meseta castellana y leonesa. Si bien, apuestan por darle a esas melodías tradicionales “una vuelta de tuerca”, con el fin de hacerlas más atractivas para un mayor público y, en especial, para los jóvenes.
Folk on Crest surgió en el año 2008 “a partir de unos ensayos y unas sesiones” en el bar Malabar, ubicado en el salmantino barrio del Oeste. “Allí nos juntamos varios músicos de distintos ámbitos, empezamos a ensayar, empezó a fluir y comenzamos a formar un repertorio”, explica Sergio Grande en una entrevista con La Crónica de Salamanca.
El grupo cuenta con cinco integrantes, de distintos puntos de España. Por un lado, los salmantinos Bernardo Pérez y Sergio Grande, de Cabrerizos y Escurial de la Sierra, respectivamente. Pérez toca gaita y tamboril, pandero cuadrado, sartén, y se encarga de las voces, mientras que Grande toca gaita asturiana, flautas irlandesas y pandero cuadrado, encargándose también de las voces. La cantante del grupo, Yolanda Río, es de Galicia y toca pandereta, pandero cuadrado y gaita gallega. Daniel González, desde Asturias, es el encargado de la guitarra acústica, mientras que Rubén Pérez, de Cuenca, toca el violín y la mandolina.
En los quince años de trayectoria de Folk on Crest, han grabado cinco discos y ya piensan en el siguiente, siempre con el “mandato cultural” de “contribuir a la divulgación de la música charra y de la meseta castellana y leonesa, reconocidamente muy rica en ritmos y melodías”.
Sergio, ¿en qué consisten vuestros trabajos?
Hacemos versiones de canciones tradicionales, versionándolas a nuestro gusto y manera y dándoles un aire más contemporáneo, porque pensamos que la música tradicional se renueva y debe hacerlo. Pero también le damos bastante peso a composiciones propias. La balanza está más o menos equilibrada, aunque cada vez van ganando más peso las composiciones propias.
¿Qué buscan con su música?
Buscamos, sobre todo, que el público disfrute, pase un buen momento e interactúe con nosotros. De alguna manera, buscamos transportar a nuestro público hasta otros lugares, hacia otros tiempos…
¿Sobre qué temas tratan sus canciones?
En las que componemos, son temas como la musicalización de un poema que ya existe, otras veces nos hemos basado en una leyenda, o hemos hablado de un paisaje, de una montaña, de un pueblo… Sobre todo, lo que más nos inspira son paisajes, lugares y sentimientos a partir de un amor, de un pueblo, de la amistad…
Las canciones tradicionales son aquellas que más nos gustan, basándonos en cancioneros que otros ya han recogido, o que hemos escuchado en pueblos… Les damos una vuelta y las versionamos.
¿Cómo definiría el folk?
Es la visión contemporánea de la música tradicional, donde se incorporan instrumentos que antiguamente no se consideraban como tradicionales, pero que se incorporan y se acoplan de una manera más reglada a lo que son las melodías tradicionales. Es una vuelta de tuerca a la música tradicional, pero apoyándonos en instrumentos más reglados.
Entonces, ¿cree que la música tradicional debe modernizarse?
Hay dos facciones. Por un lado, aquellos que procuran reproducir la música tradicional sin cambiar. Por otro, está lo que hacemos nosotros, contextualizar en el mundo en el que vivimos y en la época en la que estamos esas melodías tradicionales tan bonitas y que tanto dicen, que muchas veces llevan muchas enseñanzas por detrás, y llevarlas a un público distinto, más joven o, de alguna manera, hacerlo más atractivo.
¿Cuáles con las influencias musicales del grupo?
Nuestro repertorio, en un principio, se basaba en música celta de Escocia, Irlanda, Bretaña, Salamanca, Galicia y Asturias, y a partir de los años hemos ido buscando nuestra propia sonoridad, basándonos más en el repertorio de Castilla y León, aunque siempre haciendo un guiño al norte de la cornisa cantábrica.
Además, todos somos muy melómanos, y hemos escuchado muchos grupos de música folk, de música tradicional y sin variaciones. Pero también tenemos otras influencias, como puede ser el rock, el pop, el punk… Al final, todos mamamos del lenguaje universal que es la música y nuestras influencias vienen de todos los grupos que hemos escuchado desde niños, por lo que es difícil decir algunos concretos.
¿Se está dejando un poco de lado la música tradicional?
No. Creo que, en realidad, se está poniendo un poquito más de moda. Estamos viendo artistas que, haciendo o basándose en la música tradicional, pero dándole una vuelta de tuerca, están siendo famosos… Por tanto, esta vuelta de tuerca a la música tradicional también hace que llegue a más público y que cada vez se valore más. Además, creo que esto es algo que va en una curva ascendente y cada vez se valorará más.
Lo que sí que a lo mejor hace falta, es que desde el sector público hubiera más cabida para este tipo de música. Entonces, creo que está de moda pero que se podría apostar más por ella desde las instituciones.
Nuestra tierra es muy rica culturalmente hablando, ¿deberíamos ‘exportar’ más esa cultura?
Se podría hacer más, eso seguro. Por ejemplo, en Irlanda han sabido vender muy bien su cultura. Lo mismo pasa también en Galicia, que todos la asocian con una gaita. Si en la televisión hablan de Galicia, suenan canciones tradicionales de allí, si sale Asturias también, si sale País Vasco también… pero cuando salen Salamanca o Castilla y León, a lo mejor suena una canción de pop.
Sí que se podría circular más la música tradicional de nuestra zona, porque es parte de nuestra cultura, y exportarla o relacionarla con otros aspectos artísticos, ya sea de televisión, de cine o algo parecido.
¿Por qué no se deberían perder nuestras raíces?
Al final, es eso de que, ‘si no conoces la historia no puedes entender el presente’. Entonces, esto también va un poco por ahí. Si conocemos mejor nuestras raíces, conoceremos y entenderemos mejor el presente, interpretaremos mejor el contexto en el que vivimos y también podremos enfocar mejor hacia dónde vamos.
¿Podría acabar muriendo lo tradicional si no se renueva?
Sí puede ser. Es verdad que nosotros, que nos movemos en el mundillo, cada vez vemos a más gente joven que se interesa. Yo creo que, de momento, goza de salud para poder pervivir. Otra cosa es que pudiera llegar a más gente. También es importante actualizar las cosas para que no generen moho. Es como el agua estancada, si el agua corre, y eso quiere decir actualizarse de la mano de las recreaciones más tradicionales, ya que las dos versiones deben coexistir, tendremos más salud.
¿Cómo ve el futuro en este sentido?
Estamos en un momento en el cual puede llegar a ser un punto de inflexión para que se ponga más de moda y tenga más salud. Yo veo un buen futuro para la música tradicional, pero es verdad que siempre sería importante la apuesta institucional.
