La Sociedad de Conciertos de Salamanca nació durante la alcaldía de Pablo Beltrán de Heredia con vocación de permanencia. Para evitar problemas, la presidencia la ostentaba el alcalde de turno. En 1986 se celebraba la decimotercera temporada con un homenaje a Franz Lizst y pudimos escuchar un concierto de la Orquesta Filarmónica de Ostrava, Checoslovaquia.
La Sociedad era heredera de la Filarmónica Salmantina y se mantuvo durante muchos años activa, hasta la alcaldía de Julián Lanzarote. En los años de mis tres mandatos, Dámaso García Fraile ostentó la vicepresidencia y presidencia ejecutiva.
Pero en Salamanca se escuchaba también otra música. En noviembre de 1986, el año mítico en la historia cultural de Salamanca, se organizó el IV Festival Internacional de Jazz. Cuatro años en los que Salamanca se volcó con esta música única. Se pudo escuchar a Sahib Shihah, Slide Hampton, Gary Lee Bart, Joe Newman, Jerome C. Richardson y Al Grey.
Intérpretes españoles y extranjeros que daban al certamen un colorido único para los amantes del Jazz, que en Salamanca no son pocos. Intervinieron salmantinos como Manolo Berrocal, Ramón Salazar, Ángel Herrera y Dolores Deblas. Recuerdo el maravilloso concierto de Tete Montoliú, escuchándole te trasportabas al séptimo cielo. El festival estuvo financiado por el Ministerio de Cultura, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Salamanca. Los conciertos se celebraron en el desaparecido Teatro Bretón.
En Navidades y en Semana Santa organizábamos conciertos de corales salmantinas en las iglesias de especial interés artístico y que permanecían cerradas todo el año. Así matábamos dos pájaros de un tiro, los salmantinos veían un monumento desconocido para ellos y, a la vez, escuchaban música coral. Santa María de los Caballeros, Santiago, San Sebastián, las Claras y las Isabeles fueron algunos de los lugares escogidos para los conciertos.
Asimismo, trece coros de colegios de la ciudad, entre públicos y privados, actuaron en la Plaza Mayor el 19 de abril de 1986 junto al Quinteto Gerardo Gombau. También los coros escolares de voces blancas cantaron villancicos ante el Nacimiento realizado por el Gremio de Artesanos Salmantinos.
Este belén fue más aceptado que el que se expuso el año anterior, criticado por una parte de la población por haber colocado un caganet, considerado impropio de los nacimientos de nuestra tierra. El del año 1985 se expuso nuevamente a petición de los vecinos de San José y La Vega en el colegio Juan del Encina.
