Los opositores que sospechan de la existencia de irregularidades en las oposiciones convocadas por la Universidad de Salamanca para cubrir 31 plazas de personal de administración y servicios, acudirán al juzgado de lo Contencioso Administrativo para solicitar la anulación de la prueba y que todo regrese al momento previo a la celebración del examen objeto de la polémica.
Según explicaron a La Crónica las fuentes consultadas, los opositores primero presentarán un recurso de alzada ante el rector antes de ir al juzgado, tal y como establece el procedimiento una vez rechazadas las alegaciones presentadas ante el tribunal opositor.
Al rector le pedirán medidas cautelares que llegarán tarde para anular la segunda prueba de las oposiciones, pero como tampoco esperan que el máximo dirigente de la Usal les dé la razón, acabarán presentando un recurso ante el juzgado de lo Contencioso Administrativo.
El rector dijo recientemente ante la prensa y, posteriormente, a una representación de los opositores, que no se habían producido las irregularidades denunciadas por los opositores (textos mal redactados, preguntas fuera de temario,…).
La nulidad
Ellos están convencidos de que sí (llegaron a clavar el nombre de seis de los once que sacaron las notas más altas en el examen del que sospechan) y por eso ya preparan el recurso de lo Contencioso Administrativo «para pedir la nulidad del examen, que es un acto administrativo, y que la situación vuelva a como estaba antes de su celebración», según señalaron las fuentes.
Eso podría sustanciarse en el plazo de un año, según el juzgado en el que caiga la causa de los dos que hay en Salamanca.