En pocas semanas la selección española ha pasado de angustiarnos a enviar señales prometedoras, como este sábado ante Bielorrusia, un equipo que, como los anteriores, no está a la altura futbolística del combinado nacional, pero ante el que La Roja no ha pasado estrecheces.
La transición tranquila de Del Bosque empieza a dar sus frutos, y las jóvenes incorporaciones aportan frescura, velocidad y talento, como en el caso especial de Isco que pide paso para llevar la batuta del combinado nacional.
Suyo fue el primer gol, un tremendo golazo por toda la escuadra, tras una fluida jugada por la banda derecha.
Una muy similar originó el segundo, apenas tres minutos después, pero en esta ocasión con un tiro de Busquets, también desde fuera del área.
Pedro responde
Cerró la cuenta Pedro, cuyo rendimiento dio la razón al técnico salmantino por apostar por él.
La selección, que tuvo momentos de muy alto nivel, volvió a dar la sensación, incluso cuando optó por gestionar las energías y el resultado, de tener bajo control la situación y de dominar a su rival con nuevas variantes.
España suma su tercera victoria en la fase de grupos para la Eurocopa 2016 y en marzo volverá a la competición oficial.