Los presuntos amaños de contratos en la Diputación, denunciados el viernes por el PP en la Diputación, no se referían solo a los que se tramitaban por el procedimiento negociado sin publicidad, sino que también a los que se ofertaban como abiertos, para que, en teoría, hubiera más ofertas y competencia.
El PSOE ha explicado este viernes cómo una misma empresa se llevó cuatro contratos por un total de 1,9 millones de euros con pliegos hechos a su medida, para que solo ella cumpliera los requisitos que se exigían en un procedimiento abierto, lo que constituye, en la práctica, una forma de darle apariencia legal a un amaño, según explicó el secretario provincial del PSOE, Fernando Pablos.
Y en una ocasión, en la que se presentó otra empresa que cumplía el requisito de solvencia (experiencia en la materia) exigida, se cambiaron las condiciones para acabar excluyéndola.
En marzo de 2007 se sacó a concurso el alquiler de camiones y se exigía a los que quisieran optar a llevarse el contrato una solvencia de 2.240 horas de experiencia (llama la atención la precisión de las 240). Esas eran las que podía justificar la que finalmente se lo llevó, Francisco Barrueco.
«Para que en el siguiente concurso no tuviera problemas para renovar el contrato, se sacó la misma contratación en abril de 2008, pero ya se exigía que la empresa tuviera 5.000 horas», que era un requisito que ya cumplía Francisco Barrueco tras adjudicarse el primer contrato.
El total
Total, que se adjudicó dos contratos por un total de 330.000 euros, por el mismo procedimiento, la misma finalidad «pero se exigían horas que solo cumplía ya la anterior empresa», explicó Pablos.
En octubre de 2001 se sacó a concurso el alquiler de maquinaria para el mantenimiento y conservación de carreteras, con una solvencia exigida a las empresas interesadas de 20.000 horas de experiencia. En esta oportunidad resulta que apareció otra empresa que no era Francisco Barrueco que cumplía ese requisito de solvencia, pero aun así se lo adjudicó.
En diciembre de ese mismo año se ofertó otro concurso, por el mismo procedimiento y con la misma finalidad, pero para evitar problemas el requisito ineludible que debían cumplir los aspirantes era haber contratado 4 millones de euros con la Administración en los tres años anteriores, un requisito que sí cumplía Barrueco y que en estas circunstancias de crisis y austeridad pública dejaba fuera al resto de las empresas salmantinas. Francisco Barrueco se adjudicó estos dos contratos por un total de 1,5 millones.
Una de las señaladas
Francisco Barrueco es una de las cinco empresas señaladas por el propio PP como integrantes de la trama que se beneficiaban de los contratos amañados.
Pablos indicó que estas prácticas suponen «un deterioro de los recursos públicos y penalizan al resto de las empresas salmantinas».
Los socialistas insisten en que saldrán más casos que demuestran las prácticas en la Diputación y que se puede hablar de contratos presuntamente arreglados por más de 60 millones de euros.