El Banco de España acaba de certificar en un informe encargado por la Audiencia Nacional que Bankia salió a Bolsa con las cuentas amañadas, porque no reflejaban la imagen real del banco matriz del grupo (BFA), ni tampoco la de Bankia.
Eso significa que se ocultó la situación fiel de la entidad en 2011 y 2012 para hacer atractiva su salida a Bolsa y captar el dinero de numerosos pequeños inversores que en su mayoría sufrieron grandes pérdidas, que legaron a ser del 100% para quienes aún conservaban los títulos cuando se nacionalizó la entidad. Rato maquilló las cuentas para que dieran unos beneficios de 309 millones de euros cuando realmente estaba en pérdidas.
Cuando Bankia salió a bolsa su presidente era Rodrigo Rato, pero el informe indica que posteriormente, cuando Goirigolzarri era presidente revisó las cuentas de Rato y dijo que había unas pérdidas de 2.979 millones, algo que tampoco se ajustaba a la realidad porque «no se contabilizaron ajustes de importancia material». Es decir, que infló las pérdidas.
Errores contables
Los peritos indican que no estamos ante diferencias de interpretación contable, sino ante «errores contables por omisión o inexactitudes«.
Los técnicos del Banco de España también critican a los auditores de la entidad que dieron por buenas sus cuentas con estos «errores».
Rato y el resto de su consejo de administración están imputados por la fusión de Caja Madrid y las otras cajas que dieron lugar a Bankia y su salida posterior a Bolsa.