Ana Alonso: ‘La vida parece estable, pero hay que tener cuidado porque puede desmoronarse»

Ana Alonso, la salmantina galardonada con un premio por su guión en un concurso de Vancouver, Canadá.

Ana Alonso fue a Vancouver a aprender inglés y se ha traído un premio como guionista debajo del brazo. El corto habla de lo que perdemos y no valoramos y de lo que encontramos y valoramos, todo ello con la metáfora de una llave, la que hace que estés dentro o fuera del sistema.

¿Qué ha significado el premio?
Una alegría muy grande e inesperada porque todo ha surgido como de la nada y de repente estaba hecho.

¿Rodaron el corto enfocado al premio?
Sí, primero nos llegaron las bases del concurso y yo se lo mandé a Karlos Alcazar (director) y comenzaron a desarrollarlo.

Está rodado en Canadá. ¿Hay más conciencia social allí que aquí?
Hay más conciencia social, porque Vancouve está situada en una de las zonas más cálidas de Canadá, por lo que las personas que se quedan en la calle se desplazan hasta allí. Es curioso, pero hay una calle, por eso queríamos grabar el cortó allí, que se llama Hasting Street, donde se congregan muchas personas sin hogar, para todos los europeos y las personas que llegan de fuera es espeluznante que se muestre tan de cerca y tan crudamente la realidad de los sin techo, porque está a pocos metros del centro de la ciudad. A unos pasos de allí están los edificios de oficinas, con todos los ejecutivos y de repente caminas un poco y entras en una situación de miseria, de drogadición,… desalentadora. Te quedas con la boca abierta. Nosotros tenemos estas personas en áreas periféricas.

Ana Alonso, guionista salmantina, galardonada con el primer premio en el concurso de la fundación Reel Causes Vancouver, Canadá.
Ana Alonso, guionista salmantina, galardonada con el primer premio en el concurso de la fundación Reel Causes Vancouver, Canadá.

¿Por qué ocurre esto?
Porque en las Olimpiadas de Vancouve en 2010 todas estas personas estaban distribuidas por distintos puntos de la ciudad y para ‘limpiar’ la zona, abrieron un centro, que se llamaba proyecto Inside, sobre este lugar se ha oído de todo.

Por ejemplo…
Que allí dentro se suministra la droga de manera gratuita.

¿Sí?
Hay un documental que se llama ‘La calle de la abundancia’ y habla de un joven, que como buen canadiense es muy solidario y concienciado con las problemáticas sociales, que quiere ver cómo vive las personas en la calle. Él se da cuenta de que los canadienses les proporcionan de todo a los sin techo. Tienen centros donde pueden pasar la noche, comida,… Ese chico se hace pasar por un sin techo durante una semana y acaba en el proyecto inyectándose un chute de heroína gratis.

¿Así surgió la idea de ‘One Key’ (Una llave), el corto que rodaron ustedes?
Más o menos, porque en un principio pensamos en rodar un documental real, no de ficción, pero de repente recibí información, ya conocía a Karlos Alcázar, él me animó y lo escribimos.

Usted ha vivido en Canadá. ¿Es un mito o una realidad que los canadienses viven con la puerta abierta, sin cerrarla nunca?
Sí es un mito, pero ahora, hace veinte años sí era verdad.

¿Qué ocurrió para que cerraran la puerta?
En estos años ha habido una gran inmigración a Vancouver, porque es un lugar idílico para vivir, y sí dejaban las llaves del coche puestas, pero comenzaron los robos y esto tuvo que cambiar.

Javier Gutiérrez, el actor que interpreta al 'sin techo' en el corto 'One Key'.
Javier Gutiérrez, el actor que interpreta al ‘sin techo’ en el corto ‘One Key’.

¿Tiene algo que ver este hecho, el que antes eran más confiados, con el título del corto ‘One Key’?
No. La llave surgió porque cuando Karlos me dijo que escribiera algo no quería caer en el tópico de que el pobre lo pasa mal y está en la calle y el rico vive estupendamente. Me pregunté cuál era la diferencia entre ambos. Y sólo es una llave. Es lo que hace que tú tengas casa o no, que estés dentro o fuera.

¿Podemos acabar todos viviendo en la calle?
Depende de las circunstancias. Si tienes una situación estable es difícil, pero conozco a personas con los que trabajado, son los menos, en los que se ha dado el caso que en un accidente ha perdido a toda su familia y ha acabado en la calle. En la vida a veces ocurre algo y no sabes cómo ni por qué y acabas en la calle. Todo parece muy estable, pero hay que tener cuidado porque se puede desmoronar.

Una llave abre puertas y también las cierra. En este tiempo tan extraño que vivimos, ¿abrimos o cerramos puertas?
Esto es como el que ve el vaso medio lleno o medio vacío. Podemos pensar que nos están cerrando muchas puertas, pero simplemente es porque nosotros vivimos en un área de confort, justo en ese área se están cerrando puertas y tenemos miedo a salir de ahí, porque si en el área que conocemos nos va mal nos podemos preguntar: ‘¿Qué pasará fuera?’, pero quizá ahí fuera es donde está la solución, pero implica un riesgo y quizá no estamos dispuestos a correrlo.

¿Qué nos da un hogar?
Nos da estabilidad.

Uno de los fotogramas del corto 'One Key'.
Uno de los fotogramas del corto ‘One Key’.

¿Qué perdemos cuándo no lo tenemos?
No he estado nunca en esa situación, pero creo que tiene que ser muy duro, porque para no tener un hogar es que tienes que estar completamente solo, sin familia, sin amigos, sin nadie.

En el corto, la música que acompaña al mendigo es más alegórica y la del ejecutivo, más estridente. ¿Qué han querido transmitir?
La música es de Alfredo M. Yllera. Es un compositor buenísimo amigo de Karlos Alcázar, él le indicó que quería una música suave para el mendigo y más tecno para el rico. Así, sin ver el corto, sólo escuchándolo, sabes cuando está apareciendo el mendigo o el apoderado.

El vagabundo encuentra un corazón y el ejecutivo pierde una llave. ¿Qué pretendían contar con estas dos metáforas?
Que las personas que tienen mucho, quizá les faltan valores, y una personas que está sin hogar se da cuenta que son importantes.

Gabriel Patrich, el actor que da vida al ejecutivo en el corto 'One Key'.
Gabriel Patrich, el actor que da vida al ejecutivo en el corto ‘One Key’.

Desmitifíquenos que los pobres son buenos y honrados y los ricos malos y avaros…
Este corto lo hemos hecho para que tomemos conciencia de lo que tenemos y podemos perder, de lo que no valoras y de lo que no te das cuenta que tiene.

¿Se lo pasó bien trabajando en el corto?
Sí, desde Karlos Alcázar, el director, hasta los actores Javier Gutiérrez, el vagabundo, o Gabriel Patrich, el ejecutivo, pasando por los técnicos Alexander Torres, Francisco Passuelo, Alberto González o Lara Cuevas, fueron fantásticos. Pasamos unos días maravillosos.

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