En caso de haberle dado un golpe al coche que haya provocado una abolladura en la chapa, hay varios trucos caseros que permiten eliminarla sin necesidad de ir al taller. Las abolladuras se pueden sacar de forma sencilla y con utensilios comunes en todos los hogares.
Por un lado, hay que tener en cuenta que el calor juega un papel importante en la solución a este problema. Debido a ello, la primera de las opciones consiste en echar agua hirviendo sobre la chapa hundida. Tras ello, hay que golpear alrededor de esa zona para que la chapa ‘salte’ y vuelva a su posición original. Este método resulta muy útil sobre todo cuando el golpe no es muy grande y redondeado.
En caso de que el truco anterior no haya surtido efecto, se puede recurrir al desatascador del fregadero. Colocándolo en el centro de la abolladura, hay que presionar para hacer el vacío y tirar con fuerza, haciendo que la chapa hundida vuelva a su sitio.
Por otro lado, el hielo seco también puede resultar útil. Así pues, al colocar un trozo de hielo seco sobre la superficie abollada, hará que el metal se contraiga y ‘salte’ hacia afuera por el contraste de temperatura entre el agua hirviendo del truco anterior y el hielo frío.
Finalmente, también se puede utilizar un secador. Para ello, en primer lugar hay que aplicar aire lo más caliente posible sobre la superficie abollada para, pasados unos minutos, cambiar rápidamente al aire frío del secador.