La Agencia Tributaria también mantiene un cierto control del dinero que los contribuyentes guardan en efectivo. Por lo tanto, pese a que se tienda a creer lo contrario, no todo el ‘cash’ está libre de vigilancia.
A pesar de que algunos contribuyentes opten por guardar sus ahorros en efectivo en sus hogares, pensando que ese dinero está libre de vigilancia, deben saber que la Agencia Tributaria lleva un control de ciertos movimientos bancarios que puedan llamar demasiado la atención.
En este sentido, las propias entidades bancarias son las que vigilan los movimientos de sus clientes, estando obligadas a informar a Hacienda cuando estos realicen transacciones “sospechosas”.
Generalmente, esos movimientos suelen corresponder a pagos, ingresos o transferencias que superen los límites establecidos por el fisco.
La ley de octubre de 2012 indica que los bancos habrán de notificar a Hacienda cuando sus clientes hagan retiradas en metálico superiores a 3.000€ o utilicen billetes de 500€.
En esos casos, la entidad bancaria informará a la Agencia Tributaria, que pasará a investigar el flujo de capital.