Parada Morellón es escultora salmantina y durante esta charla habla de arte, injusticias sociales, emprendimiento y de la solidaridad entre iguales
Su última exposición ‘Y llegaron los Ángeles’. Salud, ¿hay muchos ángeles pululando entre la sociedad?
Muchos. Si no hubiera, nos habríamos matado. Milagros hay todos los días. Lo que ocurre es que no miramos, como tampoco miramos las estrellas o el cielo, sólo miramos al suelo y ahí vemos escupitajos y chicles pegados y aún así, seguimos mirando para abajo, con lo hermosísimo que es el firmamento. Hay muchos ángeles, personas que nos ayudan, que notas que están. No tiene nada que ver con la religión, la figura del ángel tiene tantos siglos como el ser humano, quizá los necesitamos para seguir el camino.
La figura del ángel está pintada por casi todos los artistas. ¿Qué o quiénes son los ángeles de Parada Morollón?
Siempre he creído en los ángeles. No en el ángel del Catolicismo del angelito con alas, no, creo en la espiritualidad del ser humano, en esa parte que todos tenemos y llevamos dentro. Para esta exposición me he documentado para saber de dónde vienen los ángeles y he comprobado que en todas las religiones, excepto en el Budismo, hay ángeles. He leído el Primer y el Segundo libro de la Biblia, que viene una relación de Ángeles interminables, además de libros. El Judaísmo tiene muchos ángeles, arcángeles y ángeles de tropa, los menores.
Entre ese abanico de ángeles, ¿cuál es el que más le ha llamado la atención?
Uno que se llama Metatrón, que su traducción es el que está a la espalda de Dios. He comprendido que era un ‘segurata’, por lo que lo he pintado con una cresta de Guerrero Navajo. He ampliado mi concepto de Ángel. He huido del ángel sin sexo, porque creo que son lo que nosotros queramos imaginar.
Es escultura y pintora, ¿dónde se siente más libre con los pinceles o los cinceles?
Soy fundamentalmente escultora, desde que tengo uso de razón he modelado barro. Pero, un escultor tiene que estar dibujando constantemente, aunque tiene que hacerlo en tres dimensiones, por lo que hacerlo en papel, está chupao. Lo primero que tienes que hacer es dibujar en una dimensión, luego en otra y por último, la espalda. A partir de aquí, comienzas a modelar, por lo que lo primero es el dibujo, lo dirijas hacia la pintura o la escultura.
¿Se entiende bien la escultura?
En esta cultura nuestra, no. Se entiende mal. Es más, me llama mucho la atención una cosa en mis exposiciones, porque todas tienen esculturas y pinturas, aunque las esculturas están en la mitad del especio y los cuadros colgados en la pared, el público pasa viendo los cuadros, rodea las esculturas y no las ve. No se ven y se compra muy poca escultura. Hay muy pocos coleccionistas de escultura.
¿A qué cree que es debido?
Creo que es por la educación que se da en las escuelas, porque a los niños se les enseña a dibujar en plano, pero no a modelar. El volumen no se trabaja.
¿Qué porcentaje hay de escultores frente a los pintores?
Es difícil de calcular, pero podría decir que por cada 1.500 pintores, hay un escultor.
¿Qué es lo más difícil en la escultura?
Es todo difícil, porque tienes que jugar con una materia dura y complicada de trabajar. Tiene que tener equilibrio y elegante por todos los sitios. Lo que busco es la belleza porque bastante feísmo hay ya en el mundo. Hay otros artistas que buscan sólo el feísmo y parece que eso es la moda. Es más, es lo que se llama ahora arte contemporáneo, porque tiene que ser horroroso, si hay sangre y sexo, mejor. Y desde luego, nada de belleza.
¿Por qué?
Porque los cuatro popes han dirigido por ahí el camino del arte. No encuentro otro modo de explicarlo.
Si el feísmo es un arte de moda, ¿por qué cree Parada Morollón que el ser humano va buscando incansablemente la belleza de estar más guap@, más joven, más delgad@?
No soy psicóloga, pero si le preguntas a los de la verborrea del arte, dirán que ellos van por delante del momento, pero eso no es cierto. El feísmo se ha hecho ya, es muy antiguo. Además, lo que estoy viendo últimamente es muy adolescente, muy caca, culo, pedo, pis. De muy poca altura artística. No estoy diciendo con esto que todos tengamos que pintar ángeles y ser coloristas, pero sí creo que el arte tiene que ser mucho más serio de lo que se está haciendo ahora mismo. No tiene ningún sentido.
Si en el Siglo de Oro español, donde había una crisis brutal, como la de ahora, salieron los grandes genios de nuestra pintura. ¿Qué podemos esperar de este momento?
Creo que ahora mismo los plásticos se han quedado muy para atrás, es un arte que está muerto. La fotografía nos ha ganado la delantera, porque hay muchísimos medios y técnica. La música y la literatura también han avanzado. Eso no significa que no haya grandes artistas, como por ejemplo Anselm Kiefer. Cada vez que veo una exposición suya, lloro. Me emocionada tanto que me parte el corazón. Y eso es lo que tiene que hacer el arte, sacar las emociones de las personas. También Zao Wou Ki, pero porque está más en la línea de mis colores. Ambos son genios y están vivos.
Ha hablado de la belleza y el equilibrio. ¿En este momento que hay tanto desequilibrio entre ricos y pobres, tanta desigualdad, dónde podemos encontrar la belleza?
En todos los sitios. Sales a la calle y encontraras belleza, porque la creación, parece que soy mística y religiosa y nada más lejos, pero es que es bestial. Ahora mismo, cuando amanece, hay un momento en el que ves el sol y la luna a la vez. Sólo por ese instante merece la pena vivir.
Pero hay que pagar las facturas y esa vista no las abona…
Pero sólo pierdes un segundo y te cargas las pilas y sales de casa con otro tono. Claro, no puedes poner las noticias, porque sales de casa con los pies a la rastra. (Risas) Hay que ponerse un impermeable para eliminar lo que nos sobra y una esponja para captar lo que nos nutre.
Acaba de inaugurar la escultura de Santa Bonifacia, una mujer echada para adelante. ¿Cree que existe ahora mismo esa solidaridad y entrega que tuvo la primera santa salmantina?
Sí, creo que en todas las partes del mundo hay personas que están ayudando al que tienen al lado. No creo en las ONGs. Sólo tienes que echar un vistazo y siempre vas a encontrar a un vecino al que le puedes ayudar, o bien en el terreno psicológico, escuchándolo, o en el material, haciéndole la compra todos los días. Ella, Bonifacia, fue una mujer humilde, porque era pobre, y maravillosa. Una mujer que vivió en el siglo XIX y sacó a las mujeres de la pobreza y la prostitución. Aquí, en Salmanca, no había industria, sólo cuatro caciques que tenían todas las tierras, y el mayor de todos, la Iglesia Católica. Las mujeres estaban abocadas a la prostitución. La único que había era un barrio chino gigante. Bonifacia las sacaba de la calle y las enseñaba un oficio, además de a leer y a escribir. Cuando ya tenían autonomía, las ayudaba a poner un taller. Las que no se independizaron se fueron quedando con ella, y así fundaron la congregación. Era una mujer trabajadora y decía que ninguna mujer tenía que depender de un hombre.
¿Ve capaz ahora de que alguien tenga esa fuerza?
No lo sé, a lo mejor no la conocemos. No creo que muchos coetáneos conocieran a Bonifacia. Además, la echaron, incluso la propia congregación, creo que también estuvo implicado el Obispado, porque no se sujetaba a lo estipulado.
Santa Bonifacia era una mujer emprendedora, ahora se habla mucho del emprendimiento. ¿Cree que es el empuje de las nuevas generaciones o es una necesidad de autoempleo?
No hay trabajo. No hay que fiarse de los políticos y no creo que den un duro para que las personas puedan emprender. Es más, no conozco a nadie que tenga una sola ayuda para comenzar una empresa. No le han dado ni un euro. Además, son tal la cantidad de trabas que te ponen que es dificilísimo, sin hablar de la cantidad de impuestos. ¡Qué hablan de emprendimiento! ¡Qué hablan de facilidades! Trabas es lo único que ponen.
1 comentario en «Salud Parada Morollón: «¡Qué hablan de emprendimiento! Trabas es lo único que ponen»»
Estoy completamente de acuerdo con todo lo que se dice en esta entrevista. ¡El arte, hoy, parece un asco! ¡Pero acordémonos de lo que se dijo en Sodoma y Gomorra! Mientras exista un ARTISTA, uno sólo, el mundo continuara siendo hermoso. ¡Y no hay uno! ¡HAY MUCHOS!
Mi felicitación ¡ARTISTA!