Después de una larga noche de fiesta llegó el momento del regreso para quienes vinieron desde otras ciudades a pasar la Nochevieja Universitaria.
Y desde primeras horas del día un dispositivo de la Guardia Civil esperaba junto a la antigua azucarera a los que emprendieron el viaje en coches particulares y autobuses para someterlos a controles de alcoholemia y antidroga.
Algo debió de quedar tras una noche propicia para casi todo, porque los agentes tuvieron retenidos a varios coches cargados de jóvenes (algunos de ellos disfrazados todavía) hasta que se despejaran y dejaran de constituir un riesgo para los demás conductores.
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