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En la actualidad cuentan con 8.733 millones en cuentas de ahorro y depósitos a plazo
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El ahorro está en máximos de la última década y los créditos, en su nivel más bajo
Los salmantinos han ahorrado dinero durante la crisis, y mucho. Al menos eso se desprende de los datos del Banco de España, que reflejan un aumento del 11 por ciento del dinero que los salmantinos tienen en su banco o caja de ahorros. No obstante, este año han visto cómo mermaba la hucha y sus ahorros han bajado en 20 millones.
En diciembre de 2013 contaban con 8.753 millones en cuentas de ahorro, depósitos a plazo y en dinero a la vista en la cartilla, mientras que a fecha de 30 de septiembre de 2014 sus ahorros se situaron en 8.733 millones de euros.
Y eso gracias a que en el segundo y tercer trimestre recuperaron parte del agujero del primer trimestre, cuando los depósitos de los salmantinos bajaron en 104 millones de golpe. En el segundo recuperaron 31 y en el tercero, 53.
Precavidos
Pese a ello, el ahorro está en cotas máximas de la última década. No importa que los depósitos tengan una rentabilidad muy escasa, y que la de las cuentas a la vista sea nula. Durante la crisis han optado por guardar el poco o mucho dinero que tuvieran, por si las cosas iban a peor.
Si en diciembre de 2007 los salmantinos, bastante menos preocupados por el futuro y por guardar el dinero, tenían 7.884 millones de euros en cuentas a la vista, cuentas de ahorro y en plazos fijos, en septiembre de 2014 esa cantidad era de 8.733 millones de euros, 849 millones más que representan un aumento de los ahorros del 11 por ciento.
Ese incremento se debió, en gran medida, al empujón que dieron a sus ahorros los salmantinos en 2013, ejercicio en el que el ahorro confiado a los bancos y cajas (cada vez más a los bancos en detrimento de las cajas, que han desaparecido, prácticamente todas) aumentó en 531 millones de euros.
Rescate de la banca
Es de sobra conocido que durante la crisis financiera los bancos se dedicaron a comprar deuda pública bien remunerada, unos con sus fondos propios y todos con los miles de millones captados del Banco Central Europeo a tipos irrisorios. El caso es que con la prima de riesgo tan elevada les salía a cuenta comprar deuda del Estado obteniendo márgenes de beneficio espectaculares entre lo que les costaba el dinero del BCE y el tipo de interés que recibían al comprar deuda pública. Un rescate o saneamiento con dinero público en toda regla, más enmascarado que el de las cajas que ha sido intervención pura y dura.
Así que el cierre del grifo del crédito se ha traducido en que el crédito vivo de las empresas y familias salmantinas era, a fecha de 30 de septiembre de 2013, de 7.344 millones de euros, la cantidad más baja desde que comenzó la crisis. El ahorro está en máximos y los créditos que dan los bancos, en mínimos. Vamos, que los ciudadanos dejan en sus manos más dinero para que ellos lo pongan a producir pero en otros negocios distintos al del crédito, porque a la vista de los datos, no se mueve.
En picado
En realidad, el saldo vivo se mantuvo con escasas oscilaciones entre 2007 y 2011, año en el que comenzó un descenso brusco de 2.000 millones, que prácticamente es la caída acumulada desde que comenzó la crisis y hasta diciembre de 2013.
En ese periodo, el volumen de crédito concedido a empresas y familias (sin contar las administraciones públicas) ha experimentado un descenso superior al 20 por ciento.
