La modelo de Usera vuelve y sigue guapa, pero sus ojos denotan una tristeza infinita de no haber logrado lo que buscaba en la vida
Han pasado muchos años desde que te vi la primera vez. Sigues igual de estupenda, pero me trasmites la misma sensación de desorientada que aquel día en el cine de Callao, cuando acudí al preestreno de Resultado Final, película dirigida por Juan Antonio Bardem. Mar -Flores- creías que ibas a ser la sucesora de Lucía Bosé, por aquello del mismo director, pero los críticos te destrozaron.
Casi veinte años después de aquel día, te he visto en más ocasiones y percibo en tus ojos la misma sensación de extravío. Fuiste la modelo del año en Europa, te liaste con uno de los empresarios más importantes de nuestro país y protagonizaste una de las portadas más escandalosas de mediados de los noventa. Aquella, en la que te paseabas con un abrigo de visón en una de las estaciones más exclusivas de Suiza del brazo de Fernando Fernández Tapias. A él le supuso protagonizar el divorcio más caro de la historia de nuestro país -ahora parece una cantidad irrisoria 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas)- Y luego vino tu fugaz noviazgo con Lequio y esos besos en Roma que te supusieron la ruptura con Cayetano Martínez de Irujo, después de haber ido a la boda de su hermana Eugenia con Francisco Rivera.
¡Cómo ha pasado el tiempo! Pero tú, continúas buscándote. Te has casado, has tenido cuatro hijos y conservas de antaño, el cuerpazo y los ojos azorados. Esos que se asoman hoy a la portada de la revista Love. No has encontrado tu sitio, quizá porque el único en el que te sentiste bien fue en las pasarelas de medio mundo. No has sabido o no has querido conservar esa faceta profesional que tan buenos rendimientos le han dado a tus coetáneas – Cindy Crawford, Claudia Schiffer, Naomi Campbell o en nuestro país, Judit Mascó-.
Todas ellas, han hecho de su belleza su tarjeta de visita y tú no te has sabido subir a ese carro. Quizá porque considerabas el mundo de la moda superficial y querías apostar por otros talentos, que sólo viste tú. Ahora, puede que sea tarde para retomar el camino abandonado, porque has machado tu nombre con amores de una estación. Dices que nadie conoce a la verdadera Mar Flores, pero es que tú te has encargado de ocultarla y ahora es tarde, señora.
El resto de las revistas… más de lo mismo. Terelu Campos y su amor de gimnasio, Sara Carbonero presumiendo de Hijo Noel, quizá algún día se den cuenta los CC -Casillas Carbonero- que los hijos sólo le parecen preciosos a sus padres, que no hay que exhibirlos. Salvo que vayan a ser príncipes con tiara y corona, como es el caso de los mellizos de Mónaco.
1 comentario en «Mar -Flores- en calma o crispada, esa es la cuestión»
Da gusto leerte, como siempre. ¡Y qué razón tienes con lo que cuentas de…!