La economía salmantina tocó fondo, eso parece, en 2013 y en 2014 experimentó una ligera mejoría que le ha permitido acabar el ejercicio con creación de empleo neta por primera vez desde que comenzó la crisis, en 2007.
No obstante, los datos difundidos este lunes por el Ministerio de Empleo reflejan que el empleo que se crea es temporal y precario, merced a la reforma laboral aprobada por el Gobierno de Rajoy, y que los que se han quedado en la cuneta tienen menos protección o ninguna, porque la cobertura por desempleo (parados que perciben alguna prestación sobre el total de inscritos en las oficinas del Ecyl) ha bajado del 50 por ciento que había en noviembre de 2013 al 44,3 por ciento de 2014 (estos datos se ofrecen con un mes de retraso).
El número de parados registrados en las oficinas del Ecyl en Salamanca a fecha de 31 de diciembre de 2014 era de 33.797, lo que supone 1.638 menos que un año antes y 137 menos que en noviembre.
Bajó, sobre todo, entre los varones (1.300) y el resto, entre las mujeres.
También disminuyó el año pasado en todos los sectores, especialmente en la construcción, mientras que en el principal sector productivo de la provincia, los servicios, tan solo bajó en doce personas y pudo acabar con un saldo negativo de no haber sido por la campaña de Navidad que ha sacado el paro a 369 personas inscritas en esta rama de actividad.
Contratos
A pesar de que el paro baja en el conjunto del último año en Salamanca estamos hablando de empleo de baja calidad por duración y salario. En diciembre se formalizaron 6.858 contratos en el conjunto de la provincia, de 753 más que en el mismo mes del año anterior, de los que el 91,6 por ciento han sido temporales y buena parte de ellos, a tiempo parcial.
Eso ha permitido cerrar el año con más afiliaciones a la Seguridad Social, con lo que el ejercicio concluye con 110.338 afiliados, 1.430 más que un año antes, lo que supone que se crea empleo por primera vez desde que comenzó la crisis.
En resumen, que 2014 acaba con menos paro, más empleo que hace un año, aunque más precario y peor remunerado, y con menor protección a quienes se han quedado en la cuneta.
En Castilla y León el año acabó con 222.851 desempleados, lo que supone 13.068 menos que hace un año, mientras que en el conjunto de España se registraron 4,447 millones de parados, 253.627 menos que doce meses antes.
[quote_box_center]REACCIONES
CC OO: «Cerramos un año catastrófico desde el punto de vista laboral y social, con 215 personas menos que cotizan a la Seguridad Social, aunque con 137 parados menos registrados por la clara y evidente inutilidad de nuestros Servicios Públicos de Empleo. Claro síntoma de permanente deterioro del mercado laboral en nuestra provincia, una realidad muy alejada de la que nos pretenden hacer creer nuestros gobernantes, sin recuperación económica familiar, sin mejor calidad de vida para las personas, con más exclusión social y laboral y en peores circunstancias económicas. Seguimos recibiendo mes a mes una sobredosis de realidad dramática, que es la cruda situación que viven nuestras familias en Salamanca, donde no se percibe ninguna mejoría económica, donde no hay cambios en nuestro tejido industrial ni mejora en nuestras empresas, donde no se genera ningún tipo de empleo ni con calidad ni sin ella y donde se continua destruyendo puestos de trabajo».
UGT: «Entendemos que por desgracia las Navidades de la recuperación no han llegado a esta provincia. Las afiliaciones disminuyen y los demandantes de empleo también, por tanto mucho nos tememos que se deba a la emigración de nuestros jóvenes. El comportamiento del sector servicios se ha visto favorecido por el sector de la hostelería y la Navidad y tenderemos que esperar al mes de enero para ver si se consolida el empleo.Todo ello unido a la situación de la provincia, con una desindustrialización enorme, con importantes recortes en la Universidad, y con la falta de inversión en el territorio entre otras cosas, nos hace pensar que o se cambian las políticas activas de empleo de manera eficaz y se impulsa el aumento de los salarios como eje de consumo interno, que puedan solventar las necesidades básicas de las familias, o no veremos la salida a esta crisis, ya larga, demasiado larga, más para unos que para otros».
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