Se han utilizado como bolardos para impedir que los coches invadieran las aceras. También como asientos improvisados para las largas noches de fiesta en la zona de Varillas.
Más de uno se ha llevado un coscorrón al caer sobre ellas en el transcurso de una pelea en una mala noche. Y todos han tenido que sortearlas para no tropezar.
El caso es que las entrañables ‘juanolas’ (otros dirán que molestas) de la calle Consuelo y de la plaza de San Justo ya son historia.
Las obras que está ejecutando el Ayuntamiento en la zona para rebajar los bordillos, sembrada de adoquines, ha servido para deshacerse de las ‘juanolas’, que llevaban varias décadas siendo testigos mudos de la noches en la zona de Varillas.