El Partido Popular ha registrado una reforma del reglamento del Senado con el fin de dar potestad a la Mesa de esa cámara para decidir si se aplica o no el procedimiento de urgencia a las proposiciones de ley que llegan a la Cámara Alta. Esta reforma, con la que pretenden dilatar la aprobación de la ley de amnistía, saldrá adelante sin contratiempos dada la mayoría absoluta del PP en el Senado.
Los ‘populares’ han registrado este jueves una reforma del artículo 133 del reglamento del Senado, una cámara donde cuentan con mayoría absoluta, con el fin de dilatar la aprobación de la ley de amnistía. Para ello, buscan dar potestad a la Mesa de la Cámara Alta para decidir si aplicar la tramitación de urgencia o no.
El artículo 133 establece actualmente que, en los proyectos de ley que el Gobierno o el Congreso de los Diputados declaren urgentes, el Senado dispone de 20 días naturales para ejercitar sus facultades de orden legislativo. También se contempla que la Mesa podrá -de oficio o a propuesta de un grupo parlamentario o 25 senadores- decidir sobre la aplicación del procedimiento de urgencia.
La intención del PP pasa por dar potestad a la Mesa del Senado, en la que cuentan con mayoría absoluta, para decidir unilateralmente sobre la aplicación del procedimiento de urgencia, pese a que así lo hayan solicitado el Gobierno o el Congreso de los Diputados. De esta manera, pretenden darle a la Mesa “la facultad de decidir en cada caso sobre la pertinencia de la tramitación urgente de una proposición de ley”, explican desde Génova tal y como recoge 20minutos.
Con ello, los ‘populares’ lograrían torpedear la tramitación de la ley de amnistía, dilatándola hasta dos meses, en lugar de los 20 días naturales con que cuenta el Senado actualmente en una tramitación de urgencia.
Según indican desde el PP, el artículo 90 de la Constitución indica que el Senado dispone de esos 20 días naturales, pero se refiere a los proyectos, “no a las proposiciones de ley, mediante una literalidad que, tal como demuestran los trabajos parlamentarios, no es casual, sino fruto de la voluntad de los constituyentes”.
“El objeto específico de esta reforma reglamentaria no es otra que la de ofrecer mayores oportunidades al rigor y la calidad de la función legislativa del senado, abriendo mayores oportunidades al rigor y la calidad de la función legislativa del Senado, abriendo la posibilidad de que, en el trámite de las proposiciones de ley, y a diferencia de lo que sucede con los proyectos, los senadores cuenten con el tiempo necesario para poder paliar, al menos, los déficits de documentación y análisis técnico y jurídico, así como de debate público y de participación social”, aseguran.
