Hay quienes, porque no dan tregua los ruidos, los estragos climáticos y quienes con incompetencia ejercen su autoridad, se hartan y crean su propio cobijo donde habitar al margen de quebrantos y exigentes acatamientos. La verdad, siempre creí que la soledad no era buena compañía y que alejarse del mundo merma las oportunidades de prosperar. Pero oigan, a solas, escuchar a Mozart, tumbarse bajo una higuera a contar estrellas y nadie te hable del infierno, he descubierto es salud y proporciona contento.
Individualistas somos y, aunque haya rigurosos que lo demonizan, yo lo aplaudo. Creo que a solas el silencio del bosque se escucha mejor, la luz del cielo es más clara y el vivir más intenso. La aspiración innata del hombre es la libertad y satisfacer su voluntad. Ir gota a gota, sujetos a finos hilos de algodón, entre el cielo y la tierra, a solas a rescatarnos de lo multitudinario camino de la autosuficiencia no es mal destino.
Que hombres y mujeres sean propietarios de sí mismos es un triunfo contra tanta intromisión de los poderes públicos, falacias en medios de comunicación sectarios, engañosos salvadores de la patria, proclamas dogmáticas y de quienes puestos de rodillas dan vivas a la emancipación. Vivir es sociedad, por supuesto que sí, pero con independencia y un horizonte despejado de caudillajes y avasallamientos.
Hora es de ponernos tanto precio que nadie pueda comprarnos, hagamos porque haya buen viento, nadie nos obligue a cavar trincheras y beber agua contaminada. Y para vencer, ya saben, entrar únicamente en batallas que solo dependa de nosotros ganarlas.
Licenciado en Geografía e Historia, exfuncionario de Correos y escritor
2 comentarios en «Individualismo emergente»
AGRADEZCO LOS ARTÍCULOS. LOS COMPARTO. GRACIAS
Gracias a ti, por tu atención y el ánimo que supone.