La regulación del móvil en las aulas gana apoyos en Salamanca

“El móvil genera más problemas que ayuda en educación”, afirma el presidente de CSIF en la provincia, Federico Martín
Las asociaciones de padres son partidarias de prohibir su uso en el centro escolar hasta los 16 años
Alumnos a la salida del colegio Maestro Ávila. (Archivo)

La presencia de los móviles en los centros educativos genera una gran controversia debido a los problemas que conlleva para los alumnos. Por ello, la prohibición o regulación de estos dispositivos en las aulas cuenta cada vez con más partidarios, que defienden los beneficios que supondría, al mismo tiempo que ayudaría a acabar con problemas como el bullying.

Actualmente “hay una permisibilidad total y absoluta” con respecto a los teléfonos móviles, así como “una excesiva dependencia para la relación social ya desde los 11 o 12 años”, denuncia desde la Federación de asociaciones de madres y padres de Salamanca (Fedampa), Fernando Paricio.

Por ello, asegura que, “somos partidarios de prohibir el uso generalizado del móvil en los centros educativos”, insistiendo en que, “en Salamanca ya hay algunos institutos en los que se ha prohibido el uso del móvil en todo el recinto escolar”.

Por su parte, el presidente de CSIF en Salamanca, Federico Martín, apuesta por, “regular” su uso en los centros educativos. “En el aula no debe poderse utilizar salvo una actividad concreta dirigida por el docente en la que se integre el uso de esa herramienta”, explica. “Es una herramienta que tenemos todos en la mano y que puede tener un evidente uso educativo. Pero es imprescindible que se regule su uso para impedir que sea un elemento disruptivo y que genere problemas”, añade, lamentando que, “en este momento, es más generador de problemas que ayuda para la educación”.

Esta regulación de la que habla Martín consistiría en que, los centros cuenten con “un mecanismo” para guardar los dispositivos “con cierta seguridad”, como “por ejemplo, taquillas”. De esta manera, “entre clase y clase o en el recreo lo va a poder utilizar, pero durante la clase no, salvo indicación expresa del profesor para alguna actividad”.

A través de esta fórmula, se “conjugaría la necesidad de las familias que ahora tienen la sensación de que sus hijos están más seguros con el móvil, con que, en las clases, los teléfonos no sean un elemento distorsionador”.

En cuanto a la edad, desde Fedampa hablan de establecer la prohibición, “por lo menos hasta los 16 años”. Sin embargo, en CSIF consideran que, esta cuestión “entraría en la libertad de los padres”. “Entendemos que se está haciendo un claro abuso de la utilización del móvil y que, a nivel social deberíamos ser más conscientes de los problemas que acarrea la excesiva de pantallas”, agrega Martin al respecto.

Pese a ello, tanto Paricio como Martín coinciden en la implantación de esta medida es “factible”. “Solamente es una cuestión de voluntad política. Además, sería bastante sencilla de establecer”, asegura el presidente de CSIF. Mientras tanto, el responsable de Fedampa, apunta que, “es algo que ya se está haciendo en algunos centros, con éxito y aprobación por parte de las familias, pero es que incluso las propias normas de WhatsApp prohíben su uso a menores de 16 años”.

Ventajas

Respecto a los beneficios de llevar a cabo la prohibición o regulación de los teléfonos móviles en las aulas, Paricio y Martín destacan varios. “El primero de ellos sería que las comunicaciones fueran directas y humanas, recuperando las relaciones sociales y personales ese aspecto de ser directas. Ahora mismo vemos que, incluso estando a unos metros de distancia, se comunican por el móvil”, indica el responsable de Fedampa.

Por otro lado, “disminuirían los problemas de bullying, de acoso, de ansiedades, etc. Actualmente se le da una excesiva importancia al aspecto físico o a la apariencia frente a cómo se sienten los propios alumnos”. “También ayudaría a acabar con las problemáticas que hay en muchos centros con las grabaciones y demás, así como los problemas en relación al profesorado, como el acoso”.

De la misma manera, el presidente de CSIF Salamanca insiste en que, “el móvil no sería un elemento de distorsión”. “En este momento hay muchos alumnos que intentan utilizar su móvil dentro del aula. Se ha convertido en un elemento del que el alumno está excesivamente pendiente, por lo que en muchos momentos le distrae, o está mucho más pendiente del mensaje que mandó hace unos minutos y la posible respuesta, que de lo que está sucediendo en el aula”. Por lo tanto, “facilitaría el que el alumno pudiera concentrarse más en la tarea y que no hubiera esas disrupciones y problemas que actualmente plantea”.

Finalmente, en cuanto a los inconvenientes, “a nivel educativo creo que no tendría ninguno”, confiesa Martín. “La única desventaja que veo es que, desconectarlos del móvil puede que limite sus capacidades de manejo del mismo. Lo que pasa es que, actualmente tampoco se está haciendo bien eso. Si realmente se utilizaran como herramientas de conocimiento, serían útiles, pero ahora mismo son herramientas de una comunicación social degradada”, concluye Paricio.

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