La alarma ha saltado entre las autoridades sanitarias debido al fuerte aumento de los contagios de criptosporidiosis en varios países de Europa, entre ellos, España, donde se han cuadruplicado los casos. Esta enfermedad, que provoca diarreas, puede contraerse entre humanos o a través del agua, y llegando a resultar potencialmente mortal en pacientes inmunodeprimidos y niños pequeños.
Desde finales de verano, los casos de criptosporidiosis han experimentado un fuerte aumento en diferentes países europeos. Uno de los más afectados es España, donde en lo que va de año (hasta el 31 de octubre) se han registrado 3.462 contagios. Esta cifra es más de cuatro veces superior a la del año 2022 en su totalidad, cuando hubo 815 casos.
La enfermedad de criptosporidiosis está causada por el parásito Cryptosporidium, que se trata de un protozoo que se contagia entre animales y humanos, cuyo tamaño oscila entre 3 y 6 micras. Esta patología puede contraerse de forma directa, mediante el contacto físico con enfermos en situaciones de falta de higiene personal.
Además, una vez contagiados, los enfermos eliminan ooquistes (estadios infectivos de Cryptosporidium) a través de las heces, pudiendo contaminar el medioambiente, el agua y la tierra. Por ello, también se pueden producir contagios indirectos a través del consumo de agua, fruta o vegetales contaminados.
En cuanto a la sintomatología de la criptosporidiosis, aunque puede ser asintomática, suele dar lugar a diarreas acuosas, así como a fuertes dolores abdominales. Si bien, estos suelen remitir de forma espontánea pasadas unas dos semanas. Junto a ello, también se asocian a la misma los vómitos, la fiebre, la pérdida de peso o la deshidratación. En los niños pequeños y en los pacientes inmunodeprimidos puede resultar potencialmente mortal.
Por todo ello, para prevenir el contagio es esencial extremar las medidas de higiene, lavándose las manos con agua y jabón de forma frecuente, especialmente antes de comer, beber y preparar alimentos. Asimismo, antes de beber agua del grifo se debe verificar que está tratada, evitando consumir aquellas en las que no se esté seguro. También es recomendable ducharse después de nadar en la piscina, río o mar, así como evitar entrar en estos lugares si se padece diarrea o se ha sufrido la enfermedad en los últimos quince días.