La emancipación juvenil en Castilla y León aumentó durante el segundo semestre de 2022 hasta el 15,3 por ciento, con 45.132 personas, una subida que se cifra en casi cinco puntos porcentuales respecto al mismo periodo de 2021. Además, un joven en solitario, de entre 16 y 29 años, tuvo que destinar el 55,5 por ciento de su salario al alquiler de una vivienda, frente al 83,7 por ciento del conjunto del país, según los datos del Observatorio de Emancipación.
Ical.- Durante la presentación del informe relativo al segundo semestre de 2022, la presidenta del Consejo de la Juventud autonómico Sandra Ámez, trasladó que una de cada cuatro personas jóvenes de la región se encontrara en situación de pobreza o riesgo de exclusión, donde el 16,1 por ciento de la juventud con trabajo padecían pobreza, lo que deja patente la “baja calidad de los empleos”, aseguró.
Afirmó que el incremento de precios significó que para poder hacer frente a la entrada de una vivienda una persona joven tenía que ahorrar “casi dos veces y media su salario anual completo”, circunstancia difícil en caso de vivir emancipado en alquiler.
Ante las circunstancias económicas, la única opción viable para que una persona joven se emancipara en Castilla y León era compartir piso, aunque apuntó que esta opción resultaba costosa, ya que el porcentaje de salario que debía destinar a compartir piso iba del 19,6 por ciento en Zamora (la capital de provincia con la vivienda más barata) al 26,2 por ciento en Salamanca (la capital de provincia con la vivienda más cara).
Al cierre de 2022, dos de cada tres jóvenes de la Comunidad habían alcanzado estudios posobligatorios secundarios o superiores, mientras que únicamente el 4,2 por ciento sólo tenía estudios primarios y un 27,9 por ciento había completado solo los estudios secundarios obligatorios.
En ese sentido, la tasa de emancipación varió según el nivel de estudios, dado que dicha tasa subió hasta el 31,3 por ciento, en el caso de aquellos que habían finalizado sus estudios, frente al 5,9 por ciento, en aquellos que estaban en proceso de cursar algún tipo de estudios, según trasladó Ámez.
Ámbito laboral
Dicho observatorio escenificó que se produjo un estancamiento del número de personas jóvenes contratadas a tiempo completo, que suponían el 70,5 por ciento de la población joven ocupada, en contraste con el fuerte incremento del 9,5 por ciento que se produjo entre la población joven que tenía un empleo a tiempo parcial. Desde el Consejo puntualizaron que se registró un aumento de la parcialidad involuntaria, por lo que había un 5,7 por ciento más de jóvenes que trabajaban menos horas de las que querrían que en el año anterior.
En el panorama actual entra en juego los conceptos de población subocupada y sobrecualificada, además de los denominados ‘sisis’, es decir, aquellos jóvenes que trabajan y estudian al mismo tiempo, dato que se incrementó en un 1,6 por ciento hasta el 35,7 por ciento.
Al igual, se contabilizó una subida de la población joven sobrecualificada hasta el 48,6 por ciento de los jóvenes, los cuales ocupan un puesto de trabajo que requería menos formación de la que habían alcanzado, así como la subocupación, que también aumentó en un 7,4 por ciento, por lo que el 17,2 por ciento de las personas jóvenes trabajadoras de la Comunidad realizaban menos horas que otras personas en puestos similares a pesar de estar dispuestos a ampliar su jornada de trabajo de manera inmediata.
En diciembre de 2022, tras doce meses de aplicación de la reforma laboral, se había incrementado en un 33 por ciento la contratación indefinida de personas jóvenes en Castilla y León, lo que supuso que el 58,5 por ciento de la juventud trabajadora estuviera en 2022 con esta modalidad de contrato.
Aunque se registró una bajada del paro juvenil del 13,3 por ciento motivada, en gran parte, por una bajada de similar intensidad entre aquellas personas jóvenes en paro que ya contaban con experiencia laboral, el colectivo de jóvenes en paro con experiencia laboral suponía el 70 por ciento de la población joven en paro, mientras que un 30 por ciento de las personas jóvenes en paro en Castilla y León se encuentran buscando su primer empleo.
Éxodo juvenil
Acompañada por el vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, Juan Antonio Báez, la representante autonómica detalló que un total de 1.711 jóvenes abandonaron Castilla y León durante el 2022 para irse a otra autonomía, un 64 por ciento menos que en 2021, quien señaló que tienen identificado la finalización de los estudios universitarios como el punto de partida principal para el éxodo juvenil a otras autonomías.
Por ello, solicitaron a los poderes públicos y a las administraciones la necesidad de aumentar el parque de vivienda pública con acceso real para el colectivo juvenil, la mejora salarial y la puesta en marcha de políticas de empleo activas que trabajen de primera mano y en coordinación con los respectivos consejos de la Juventud con el fin de evitar ayudas poco eficientes, además de poner solución al uso empresarial de los jóvenes a través de la fórmula del becario.
A ese respecto, el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Enrique Cabero, puso en valor la importancia y la utilidad de este tipo de informe y observatorio, al estar confeccionado de una manera correcta a partir de gran cantidad de datos y conclusiones, por lo que anunció que desde el CES será empleado y transmitido en su labor diaria.
Cabero pidió que no se descarte a Castilla y León como tierra para desarrollar un proyecto, tanto vital como laboral, por lo que instó a seguir en la línea de invertir en el ámbito juvenil, porque este colectivo representa el presente de la sociedad, aseveró.