El Banco de Alimentos de Salamanca demanda toda la ayuda posible para tener éxito en la Gran Recogida que tendrá lugar los días 24, 25 y 26 de noviembre. Son 9.000 los salmantinos que no pueden llenar sus neveras todos los meses y solicitan la ayuda en el Banco de Alimentos.
Por. Lucía Almaraz
Godofredo García, el presidente del Banco de Alimentos de Salamanca, hace hincapié en la importancia de las donaciones en caja. “La más conveniente porque permite elegir los alimentos que más se necesitan, no hay problemas de caducidad y se evitan una serie de operaciones de transporte y clasificado que retrasan la entrega a las personas más vulnerables».
El área social del Banco de Alimentos lleva meses trabajando en la captación de voluntarios, “parece ser que va por buen camino”, apunta Godofredo García. Posiblemente, asegura que “podamos cubrir todos los establecimientos”.
Salamanca cuenta con 49 grandes superficies para la recogida. Por otro lado, en cabeceras de comarca, sobre todo Béjar, Ciudad Rodrigo, Guijuelo y Peñaranda de Bracamonte, serán 32 las entidades, en las que los supermercados Unide colaborarán en gran medida a partir de la recogida física, todas ellas repartidas por 13 municipios.
Ya tienen cubiertas las plazas de Béjar, Ciudad Rodrigo y, se encuentran a la espera de Peñaranda de Bracamonte.
Para las recogidas, se harán turnos de tres horas, dos o tres veces al día dependiendo de la afluencia del supermercado, con dos personas voluntarias o seis en el caso del que supermercado cuente con dos puertas de entrada y salida. Ya son más de 200 personas las voluntarias para el Banco de Alimentos.
Este año esa recogida será mixta en algunos comercios, como son en Carrefour, Alcampo y Elecler. Por su parte, en Gadis, Día, Mercadona, Corte Inglés, Lidl y Lupa, serán donaciones en caja. Aldi hará una recogida física.
Desde la pandemia, ya van tres años en los que las donaciones se realizan en caja, de esta forma el Banco de Alimentos ha podido ver esas grandes ventajas en las que “se compra lo que se va necesitando”. “La donación en caja es una ventaja grande, porque no se nos pasa la caducidad, mientras que la donación física, en la que recogemos muchos alimentos, pero hay que clasificarlos y cuentan con fecha de caducidad, así que como mucho esos alimentos duran unos tres meses”, recalca García.
Como en la pasada edición, aseguran, que este año se acercaran a la cifra de 1.300.000 kilogramos de alimentos. “Al tener dos días, porque el domingo no es día de apertura en los supermercados, eso nos libera de muchos voluntarios”.
Por su parte, ahora mismo se tienen ya recaudados 20.000 euros para Salamanca. “Esto es el inicio, pero esperamos más, el año pasado se recaudó 150.000 euros, pero la situación no es buena, hay más beneficiarios que aportaciones”, añade García.
Próximamente, darán a conocer una campaña que están preparando en la que pretender llegar a las 200 empresas amigas del Banco de Alimentos que, al menos, puedan aportar 1.000 euros cada una.
Esto, junto a la gran recogida de ahora y la de primavera y las donaciones esporádicas que la gente hace cada día, se podría llegar a ayudar a casi todo el mundo. García concluye diciendo que, “toda cantidad es buena, por pequeña que sea, todo nos viene bien, sobre todo alimentos infantiles”.
¿Cómo es la situación actual ante la solicitud de alimentos?
Para acceder a los alimentos, existe una lista de espera de dos meses, solo en casos excepcionales o con menores de por medio se les podría facilitar a las familias paquetes alimenticios, pretenden la mejora de esta larga cola.
El Banco de Alimentos de Salamanca cuenta solo con una trabajadora social que cuenta que diariamente suele atender a 10 o 12 personas. Consideran que el Centro de Acción Social (CEAS) debe poner más de su parte para no encontrarse desbordados por la demanda de alimentos, “normalmente se va allí, a solicitar una ayuda de urgencia y ya me los mandan a mí para que aplique los filtros necesarios y se les destine a un banco, pero eso no está ocurriendo, vienen aquí a pedir cita directamente”, señala la trabajadora social Peri García.
Por último, el presidente del Banco de Alimentos señaló: «No se puede dejar a una persona sin alimento».