Vivimos en una revolución digital y existe otra revolución. Por primera vez en la historia de la humanidad hay más personas viviendo -y también malviviendo- en núcleos urbanos que en zonas rurales.
Sobre las dos revoluciones habla Color Migration, la exposición efímera que ideo el artista asturiano Mikha-ez, formado en de Bellas Artes de Salamanca, y que ha comisionado su amigo y compañero de facultad, Miguel García.
Durante su formación realizaron proyectos artísticos juntos y ahora se han vuelto a unir para colocar en Salamanca las obras que componen Color Migration. Marquesinas, columnas, puertas, tablones de anuncios,… son los soportes elegidos para mostrar las obras de Mikha-ez.
Color Migration sería algo así como la migración o el cambio del color. “En restauración se utiliza este término para decir que si no has utilizado un buen material o ha estado expuesto a las condiciones climáticas adversas, ese color cambia, normalmente a más oscuro”, explica Miguel García, comisario de Color Migration, que también es artistas, restaurador y pintor de Vítores en la Universidad de Salamanca.
La exposición de Mikha-ez está muy vinculada con esta trasmutación. Aprovechando el significado de algunas rutas migratorias en el mundo, esos senderos, que van variando para eludir la mirada inquisidora o a la autoridad, consiguen crear líneas en ese mapa geográfico, unidas todas como un juego de puntos, crean una mancha. Por ejemplo: la migración entre Venezuela y Colombia no es siempre por la misma carretera, incluso buscan caminos secundarios, o selva. “Mikha-ez toma esas líneas migratorias dentro del mapa que convergen y las convierte en obras de arte al construir una geometría”, matiza García, comisario en Salamanca de las efímeras obras.
La exposición que muestra en Salamanca el artista asturiano Mikha-ez comprende nueve figuras geométricas de nueve rutas migratorias del mundo. Son nueve figuras con una escala cromática que se inspira en las obras del artista japonés Mitsuo Miura.
El cometido de Miguel García ha sido interpretar las obras que componen la muestra y difundirla en Salamanca. “Me ha dado la libertad para imprimirla en el soporte y tamaño que quisiera y en proyectarla donde creyera más oportuno”, matiza.
Todas las obras expuestas tienen su código QR, aquí entra la revolución digital. Todo el que las vea y le despierte curiosidad ese folio pegado en una pared, marquesina o columna pueda tener toda la información. No hay nada explícito. Es solo una geometría y en letras pequeñas los países y rutas por las que miles y miles de personas se desplazan cada día.
“Busque localizaciones que tuvieron que ver con la época de Mikha-ez cuando estudiaba en Salamanca, pero también lo que significa la migración tanto los hombres y mujeres que vienen a nuestra ciudad y su realidad y la de los salmantinos que tienen que migrar a otros lugares. Salamanca tiene muchos salmantinos por el mundo. Mil historias”, informa Miguel García.
Se planteó puntos estratégicos por la ciudad y lo documentó.
El primer lugar donde colgó una obra fue el quiosco que regentaba su madre, porque tiene disponibilidad de utilizar los espacios expositivos. Pero, hay otra razón: “Mi madre, al estar trabajando todos los días de la semana era un referente fijo, un punto de conexión entre él y yo cuando no me encontraba y quería decirme algo. Los móviles no eran tan habituales como ahora. Todavía usábamos esa manera de comunicarnos”, ironiza Miguel García.
Esta obra que representa los pasos que dan los migrantes en países como Venezuela o Colombia fue la más relevante, porque Miguel García entendió que era la que más iba a perdurar.
Las paredes de las estaciones de autobuses y tren fueron otras de las ubicaciones elegidas por García para mostrar las obras de Mikha-ez. Además, son medios de transporte ‘baratos’ y casi que permiten pasar de un país a otro sin el control férreo de los aeropuertos.
“En la estación de tren, amplié la zona. El mismo cartel lo coloqué en la zona de las vías, que en ese momento estaban vacías y se percibe esa soledad de cuando llegas a un lugar que no conoces. Normalmente, la estación de tren no tiene nada que ver con la ciudad. Suelen estar a las afueras, no transmiten ninguna cercanía”, matiza García.
En la estación de autobuses le ocurrió lo mismo, con el añadido de que las personas solitarias circulan por allí, al igual que los vagabundos. “Nadie repara en ellos, pero en ese lugar hay más viajeros, no están solos. La obra está puesta justo entre las dos puertas antes de salir de la estación”, explica García.
Otro de los puntos elegidos por el comisario fue la Subdelegación del Gobierno, donde está extranjería. “Lo más representativo es colocarla en la puerta o en el cartel informativo de que ese edificio es la Subdelegación. Casualmente, en esa placa informaban que estaban en obras y que se habían trasladado a otro punto. Me sirvió para contar la misma historia de movimiento. Voy buscando algo que ya no está, porque ha migrado a otro lugar. Unimos el mismo significado del viaje, los funcionarios trasladan su lugar de trabajo a otro lugar, aunque este sea provisional, pero existe ese movimiento”, puntualiza.
Quizá el más especial de todos los lugares elegidos por Miguel García para colocar la obra de Mikha-ez esté en los soportales del teatro de Unicaja. “Allí hacen su vida indigentes. No son españoles. Viven su realidad, pero no creo que fuera la que ellos pensaran cuando salieron de sus países. ¿Cómo es su día a día? ¿Beben para pasar el día? ¿Qué hace que se muevan de un punto para otro?, se pregunta.
En Cáritas pidió permiso para poner la obra en la puerta, porque cuando llegas a una ciudad solicitas ayuda en estas organizaciones. “Cáritas te ofrece el calor de lo humano”, señala.
El supermercado El Avión fue otro de los soportes elegidos. ¿Quién va a comprar a El Avión? Las personas que echan de menos la comida de su país. “Es un establecimiento que trae sus productos y se acercan de esa manera a su tierra”, apunta.
Por supuesto, colocó una de las obras en la casa donde vivió Mikha-ez cuando estudió Bellas Artes en Salamanca. Él procede de Asturias, por lo que tuvo que hacer un viaje para formarse. “Además, es en Garrido, un barrio que se hizo con las salmantinos que venían de la provincia en los años sesenta y setenta y ahora está repoblada con personas que vienen de África o América Latina”, señala.
La biblioteca de las Casa de las Conchas fue el lugar donde Miguel García anunció que había una exposición efímera en numerosos puntos de la ciudad.
Miguel, ¿Qué se ha generado a partir de esto?
Un mapa donde se ubica el arte que genera la migración.
1 comentario en «Las ‘manchas’ que cuentan historias en Salamanca»
Interesante exposición. Enhorabuena a ambos protagonistas