La multinacional española Telefónica planteará un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a unos 2.500 empleados. De esta manera, la compañía abandona la fórmula del plan de bajas voluntarias, que llevaba aplicando desde 2015. Desde Telefónica argumentan el ajuste de la plantilla debido a la externalización del servicio de atención al cliente y el cierre de cien edificios por la sustitución de la red de cobre por fibra óptica.
Telefónica planteará un ERE que afectará a las principales filiales de la compañía en España (Telefónica Espala, Móviles y Soluciones). Así lo han anunciado los sindicatos, que han calculado que el ERE afectará a unos 2.500 trabajadores. Esto supone que alrededor del 12% de la plantilla perderá su empleo, ya que la empresa cuenta con 20.947 trabajadores en España.
Esta reducción de plantilla planteada por Telefónica está ligada tanto a la externalización completa del servicio de atención al cliente para abonados residenciales, como el cierre de un centenar de edificios por la sustitución de la red de cobre por fibra óptica.
Con la vuelta al despido colectivo, Telefónica deja a un lado la fórmula del plan de bajas voluntarias, que aplicaba desde 2015. El último ERE aplicado por la operadora tuvo lugar en 2011 y se prolongó hasta 2013, afectando a 6.830 trabajadores.
En ese momento se generó una gran polémica, dando lugar a una modificación legislativa conocida como ‘enmienda Telefónica’, que obligaba a las empresas de más de 500 trabajadores que tuvieran beneficios a sufragar los costes de las prestaciones públicas por desempleo, así como las cotizaciones a la Seguridad Social en caso de aplicar un ERE. Tras ello, Telefónica tuvo que abonar a las arcas públicas unos 350 millones de euros.
Tras ello, la operadora optó por aplicar planes de salidas voluntarias de forma incentivada -que no suponen coste para el Estado-. En este sentido, desde 2015 la compañía ha ejecutado tres de estos planes, afectando a un total de 11.300 trabajadores. El primero de ellos se planteó en 2015 y se ejecutó en 2016, afectando a 6.300 empleados con un coste de 3.700 millones de euros. Los otros dos se aplicaron en 2019 (2.600 empleados y 1.700 millones) y 2021 (2.418 empleados y 1.400 millones).
Desde Telefónica no han aclarado ni los motivos de su cambio de fórmula, ni si este nuevo ERE supondrá algún coste para el Estado o lo sufragará la compañía. Lo único que han indicado ha sido que, en la reunión con los sindicatos, “se ha informado por parte de la empresa de la intención de realizar un despido colectivo en Telefónica España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones”.
Por su parte, en UGT califican de “alejadas” las posturas entre empresa y sindicatos. Además, aseguran que han pedido una reducción de jornada a 35 horas semanales, teletrabajo y una duración mínima del convenio que se está negociando entre ambas partes.