Dos profesoras españolas han reunido más de 63.000 firmas y las han llevado al Congreso de los Diputados para pedir al Gobierno la prohibición del uso de los teléfonos móviles hasta los 16 años. Las impulsoras de esta campaña han enumerado diferentes argumentos para sostener su postura, como la falta de atención en clase o los problemas de adicción y acoso.
En las últimas semanas ha saltado a la actualidad la prohibición de los teléfonos móviles hasta los 16 años, dando lugar a un intenso debate, tanto a nivel social como institucional. Este jueves, las profesoras Natalia Jiménez León y Ángela Sánchez-Pérez han llevado al Congreso más de 63.000 firmas para solicitar al Gobierno la implantación de una regulación al uso de los móviles por parte de los niños y adolescentes. Desde el Ejecutivo, la ministra de Educación, Pilar Alegría, se pronunció recientemente al respecto, abogando por “educar en el uso racional” en lugar de prohibir.
Con esta campaña, buscan “generar un debate en el Gobierno”, explica a 20minutos Jiménez, quien asegura que observa “a diario” en sus clases la “adicción” de los jóvenes a los móviles. Esto, además, “repercute en su concentración y atención de forma significativa”. Sobre las palabras de la ministra, sostiene que, “es fácil decirlo, pero yo lo equiparo con el alcohol o las drogas: hay que educar, pero también tiene que haber una regulación que respalde. Sería más fácil”.
Por su parte, Sánchez-Pérez explica que, “nosotros hablamos de prohibir, pero no tanto prohibir sino regular por ley el acceso a los smartphones de menores porque hemos detectado en las aulas en los últimos cinco años un déficit de atención increíble, por no hablar de ciberbulying y temas más graves”.
Por ello, la docente señala algunas razones para “prohibir o regular” el uso del móvil a menores. Entre otras lamenta que, “promueve la falta de disciplina en el aula, implica menos concentración por parte de los estudiantes o sirve para copiar y deteriora el funcionamiento cognitivo”. También puede causar “daños cervicales, estrés visual, aumento de la miopía, depresión, insomnio, obesidad infantil, sedentarismo, dependencia, adicción, acoso escolar, ciberbullying con casos de suicidio…”.
Además de las firmas, las profesoras han presentado un informe “firmado por docentes, equipos de orientación, profesionales de pedagogía terapéutica, audición y lenguaje, equipos directivos de diferentes centros educativos”, donde se exponen “estos y muchos más problemas en alumnos con acceso temprano a teléfonos móviles”.
“Igual que nos echábamos las manos a la cabeza cuando se prohibió fumar en espacios cerrados, y ahora hasta los fumadores alaban esa ley. Ojalá y no en mucho tiempo veamos como algo muy extraño ver a un niño con un móvil en la mano”, concluye.