Los salmantinos “no le han perdido el miedo al sida”. “Sabemos que hay información, la población está informada. El problema es que esto no cambia los comportamientos, continúan existiendo prácticas de riesgo, y este riesgo se sigue asumiendo. Con lo cual, sigue habiendo nuevos contagios”. “Pero el miedo continúa existiendo, por lo que también sigue habiendo discriminación y estigma hacia los contagiados”, explica Carlos Rodrigo, miembro del Comité Antisida de Salamanca.
Pese a los avances médicos y a la existencia de un tratamiento que permite hacer vida normal a quienes padecen VIH, los nuevos diagnósticos continúan produciéndose, el miedo ante la enfermedad sigue existiendo y la discriminación y el estigma hacia los contagiados aún persiste. Ante esta situación, desde el Comité Antisida de Salamanca recalcan la importancia de la prevención como la principal medida contra el sida.
Salamanca cuenta actualmente con “algo más de 600 pacientes diagnosticados con VIH y en tratamiento”, tal y como ha confirmado a La Crónica de Salamanca Carlos Rodrigo. Además, “en el año 2022 (el último informe epidemiológico) hubo 8 nuevos diagnósticos, mientras que en el año 2021 se diagnosticaron 7 casos nuevos”.
Ante estas cifras, Rodrigo hace hincapié en la “evolución a la baja” que vienen experimentando las infecciones en los últimos años. “En la primera decena de este siglo oscilábamos entre 20 y 30 nuevos diagnósticos cada año, mientras que en la segunda decena del siglo no se ha llegado ningún año a los 10 nuevos diagnósticos”, aclara.
Por otro lado, aunque el sida “ya no es una enfermedad mortal” y “se puede hacer vida normal” pese al contagio, Rodrigo recalca que, “aún sigue habiendo contagios” y pone el foco en la “importancia de la prevención” como la principal medida de lucha contra la enfermedad. Además, sobre el perfil de los nuevos contagiados, explica que “casi el 70% son jóvenes de entre 25 y 34 años”, de los que “el 90% son hombres y el 10% mujeres”. La principal vía de contacto es la relación sexual con penetración anal entre hombres.
El portavoz del Comité Antisida de Salamanca recuerda que, “se ha avanzado mucho a nivel médico”. “El VIH ha pasado de ser una ‘pena de muerte’ antes del año 1995 -porque no había ningún tratamiento- a ser una enfermedad con la que se puede hacer vida normal gracias a la toma de una pastilla”. Si bien, asegura que el próximo “reto” pasa por “llegar a una generación sin VIH”.
“El sida ha dejado de ser una enfermedad mortal. Hasta hace unos años, cuando aparecieron los nuevos tratamientos de la hepatitis, continuó siendo una enfermedad mortal para quienes tenían la coinfección del VIH con la Hepatitis C, pero, con la eliminación de esta última, esa tasa de mortalidad ha descendido y, actualmente tanto la cantidad como la calidad de vida de los pacientes con VIH es similar a la de las personas que están sanas”, señala.
Siguiendo con ello, Rodrigo detalla que, el tratamiento al que se someten los enfermos de sida actualmente, “consiste en una sola pastilla, con una toma diaria y que resulta muy efectiva, porque hace que la carga viral sea indetectable casi inmediatamente después de iniciar el tratamiento”. En este sentido, matiza que, “uno de los miedos que tienen los pacientes con VIH es transmitirlo, pero, si tienen la carga viral indetectable, aunque tengan prácticas de riesgo, no lo pueden transmitir”.
Junto a ello, añade que, “el último avance clínico, que ya está en experimentación y que ya hay algún paciente que está en pruebas en Salamanca, es un tratamiento inyectable trimestral”. Gracias a ello, “se eliminaría el tener que tomar una pastilla diariamente, lo que facilitaría mucho más la adherencia al tratamiento”.
A todo ello hay que añadir las “tres curaciones totales del sida que ha habido en el mundo”. “El más conocido es el ‘paciente de Berlín’, como se le denomina términos científicos, que se curó tras recibir un trasplante de médula ósea -sufría leucemia- cuyo donante tenía la mutación ‘delta 32’ que lo hacía inmune al VIH”. “Se ha experimentado después en laboratorio con esta posibilidad y no ha funcionado, pero es una vía abierta que la vacuna pueda existir, con todo lo que son los avances genéticos”, apunta.
Sin embargo, pese a estos avances en el ámbito clínico, “en el estigma social y en la discriminación se ha avanzado poco”. Para evitar esa discriminación, “muchos de los pacientes con VIH, no le comunican a nadie su contagio, incluso, ni a las personas cercanas o con las que conviven”, lamenta, agregando que, “quienes padecen VIH lo viven muy ocultamente”.