Los humanos que pueden sumergirse durante 13 minutos por una mutación

Poseen un ADN que también les permite alcanzar profundidades de hasta 70 metros
Un niño Bajau buceando (Melissa Ilardo)

Los miembros del grupo étnico de origen malayo conocido como los ‘Bajau’ poseen la capacidad de sumergirse en el agua permaneciendo allí hasta 13 minutos y alcanzando profundidades de hasta 70 metros. Una investigadora ha estudiado el motivo de estas capacidades, descubriendo que se trata de una modificación del ADN.

Los Bajau llevan siglos viviendo sobre barcas o plataformas flotantes (lepa-lepa) en el mar de Sualewesi, entre Malasia, Filipinas e Indonesia. Este grupo étnico, que cuenta actualmente con alrededor de un millón de miembros conocidos como ‘nómadas o gitanos del mar’, siguen una dieta exclusivamente marina y tienen una peculiaridad que ha llamado la atención de los científicos.

Ya desde pequeños, los niños Bajau aprenden a bucear para poder sumergirse en busca de alimentos, como pepinos de mar y otras criaturas del fondo marino, para venderlos posteriormente. Son precisamente sus capacidades para el buceo lo que convierte a los Bajau en únicos. Estos poseen una capacidad de inmersión durante muchos minutos y llegando a profundidades de hasta 70 metros. Todo ello sin ayuda de aletas, trajes de neopreno o bombonas de oxígeno.

La investigadora de la Universidad de Utah, Melissa Ilardo, sorprendida por las capacidades de los Bajau decidió viajar hasta uno de los poblados de esta comunidad, Jaya Bakti, en la isla de Célebes (Indonesia) con el objetivo de descubrir por qué pueden nadar tan profundo y durante tanto tiempo.

Una vez en Jaya Bakti, Ilardo tomó muestras de saliva y midió el brazo de todos los integrantes del grupo. Tras ello, descubrió que los miembros de esta comunidad poseen un brazo un 50% mayor que otros pueblos de la zona no buceadores.

“Sabemos que las focas que bucean a gran profundidad, como la foca de Weddell, tienen brazos desproporcionadamente grandes. Pensé que si la selección (natural) actuaba sobre las focas para darles brazos más grandes, potencialmente podría hacer lo mismo en los humanos”, reconoce Ilardo. Sin embargo, tras estudiar los datos genéticos de los Bajau, planteó la posibilidad de que estos tengan “una adaptación que aumenta los niveles de la hormona tiroidea y, por tanto, aumenta el tamaño del brazo”.

Ante esta investigación, el profesor y genetista danés, Eske Willerslev ha destacado la importancia de conocer y proteger este tipo de comunidades. “Muchos de ellos están amenazados y esto no es solo una pérdida cultural y lingüística, sino también para la genética, la medicina y las ciencias en general. Todavía queda mucha información por recopilar de estas poblaciones poco estudiadas”, reconocía.  

Deja un comentario

No dejes ni tu nombre ni el correo. Deja tu comentario como 'Anónimo' o un alias.

Más artículos relacionados

Te recomendamos

Buscar
Servicios