La organización del Fin de Año Universitario de Salamanca ultima los preparativos para las primeras campanadas de despedida de 2023 que sonarán este jueves a medianoche.
A las 19.00 empezará el reparto de las bolsas con las 12 gominolas, que sustituyen a las tradicionales uvas. A las 20.00 horas comenzará oficialmente el Fin de Año Universitario de Salamanca con las actuaciones de los dj y a las 00.00 horas será el punto álgido con las campanadas.
Todo empezó un jueves, 18 de diciembre del año 1999, cuando grupos de estudiantes de diferentes facultades de la Universidad de Salamanca acudieron de forma espontánea a las 12 de la noche a la Plaza Mayor de Salamanca para tomar las uvas como celebración del final de los exámenes trimestrales y antes de regresar a casa durante las vacaciones de Navidad.
Alumnos de las facultades de Farmacia, Medicina, Agrícolas, Turismo y los miembros del equipo de fútbol de Derecho, entre otros, formaron parte de esa primera celebración espontanea convocada de boca a oreja y SMS, y que algunos documentan que se repartieron por la plaza en la zona de Cervantes o en la esquina de la calle Prior con Carrillo.
Unos 30 estudiantes, que compartieron champagne, uvas y gominolas, fueron los primeros en despedir 1999 al cántico de «No nos mires, únete» para los salmantinos que pasaban por allí y contemplaban, sorprendidos y divertidos, una nueva ocurrencia universitaria.
La voz se iba corriendo cada mes de diciembre y se iban apuntando a despedir el año más compañeros y compañeras de la Universidad antes de irse de vacaciones. Tanto fue así que, en 2002, la celebración reunió a más de 400 estudiantes que acudían con sus botellas de cava y gominolas a la plaza Mayor a una fiesta cada vez más organizada, y en 2003 se convocó, por primera vez, de forma oficial.
1 comentario en «El origen de la Nochevieja Universitaria»
En el año 1995, comenzaba mi carrera en Salamanca, y aquel primer diciembre fuera de casa, quedamos algunos de los alumnos de 1° de Pedagogia, en el centro de la Plaza Mayor, para despedir juntos el año ya que al dia siguiente todos regresábamos a casa para pasar las fiestas.
Se trataba de un sentimiento especial porque juntos pasamos las novatadas (las cuales recuerdo con cariño) y los primeros nervios de estar fuera de casa.
Se salía, sí o sí, todos los jueves, pero ese era especial, era el último del primer curso fuera del hogar. Era el primer fin de año con los compañeros de clase, los amigos de las residencias y pisos de estudiantes.
Y lo celebramos con chuches, porque es lo que comemos con los colegas, las uvas son para la familia.
Fue algo espontáneo, pero tampoco creo que fuéramos los primeros, estoy segura de que ese sentimiento lo tuvieron muchos antes que nosotros. La diferencia es que ahora es un sacacuartos, viene gente de todas partes, cuando es un acto universitario de Salamanca. Se ha masificado y desvirtuado tanto que ha perdido su esencia.
Recuerdo mi primer fin de año universitario con mucho cariño, recuerdo a mis compañeros (a muchos no los he vuelto a ver, con otros hablo a menudo) y esa sensación de estar comenzando mi vida.